En la cuenta de Twitter de María Eugenia Vidal no figura nada.
En la cuenta de Twitter de Cristian Ritondo no figura nada.
Julio Conte Grand no tiene cuenta de Twitter. Pero calla.
Ninguno de los tres hizo el más mínimo comentario sobre el comienzo del juicio a los policías bonaerenses acusados por la masacre de Monte. Los asesinados en la madrugada del 20 de mayo de 2019 fueron cuatro chicos. Camila López y Danilo Sansone tenían entonces 13 años. Gonzalo Domínguez, 14 años. El mayor, Aníbal Suárez, tenía 22. Hoy seguirían siendo tres adolescentes y un joven de veintipico. Pero la persecución policial a tiros hizo estrellar el pequeño Fiat Spazio contra un camión y murieron. Solo sobrevivió Rocío Quagliarello
Vidal era la gobernadora de la provincia de Buenos Aires.
Cristian Ritondo ocupaba el poderoso Ministerio de Seguridad.
Julio Conte Grand era ya el jefe de los fiscales. El cargo de procurador bonaerense es más importante que el de procurador a nivel nacional. En la Provincia, el sistema judicial es acusatorio. Los fiscales llevan siempre la carga de la investigación. Tienen un enorme peso, o pueden tenerlo si el ministerio público fiscal lo decide, porque el procurador es el que conduce en la práctica la política criminal. Y parte de esa política es el control de las acciones de la Bonaerense en cada departamento judicial y en cada caso de investigación penal preparatoria. Con fiscales dependientes de la policía o timoratos ante ella, caso no infrecuente en Buenos Aires, ninguna estrategia de seguridad puede funcionar. Para peor, si la autonomización policial se plasma en violencia ejercida desde el Estado el resultado siempre termina siendo la repetición. La repetición de masacres.
En 2019 Vidal calló. Igual que hoy, cuando ya no gobierna sino que forma parte de la mesa chica macrista. Como gobernadora, y más allá del Código Penal, era la responsable primaria de la policía. Ritondo, que ahora en el PRO pelea la candidatura a la gobernación con Diego Santilli, Javier Iguacel, Joaquín de la Torre y Néstor Grindetti, basa su campaña en la cuestión de la seguridad. Conte Grand sigue siendo procurador.
Página/12 publicó hace cuatro años una recopilación sobre las masacres de Vidal trabajada por la Correpi, la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional. Solo dos ejemplos. Una protesta de 19 presos remató en quema de colchones en una comisaría de Pergamino. Los policías dejaron a los presos encerrados. Murieron siete. En la Comisaría Tercera de Esteban Echeverría, 27 presos protestaron por el hacinamiento. Incendio. La policía cortó el agua. Diez muertos.
No eran espasmos. Fue una política.
Se entiende el silencio de Vidal, Ritondo y Conte Grand.