El juez Marcelo Rubio, de la Sala V del Tribunal de Juicio, condenó ayer a Federico Ariel Sánchez (49) a seis años y seis meses de prisión efectiva como autor del delito de abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de una joven que era su compañera de trabajo en 2012.
En la sentencia el juez revocó la medida sustitutiva de arresto domiciliario que venía cumpliendo hace dos años el ahora condenado, y ordenó su inmediata detención y traslado a la Alcaidía General.
En su alegato el fiscal penal Federico Obeid había requerido 7 años de prisión para relacionista público, mientras que la querellante, Sandra Domene, pidió 9 años de prisión. Por otro lado, el abogado defensor, Facundo Martín Burgos, pidió la absolución lisa y llana y de manera subsidiaria que se lo absoluviera por aplicación del principio de la duda.
La denunciante, G., refirió que en 2012 fue al boliche Canopus, que en ese momento administraban su hermana y el marido, donde ella también trabajaba como maquilladora.
Sánchez trabajaba en el local como relacionista público (RRPP). El fiscal resaltó que la denunciante lo conocía y hasta ese momento lo consideraba un amigo. Se fueron juntos en el auto del ahora condenado, un Fiat 1. Él la invitó a un after, donde permanecieron un rato. Después ofreció llevarla y la joven le pidió que la dejara en su domicilio. Sánchez le avisó que primero iba a pasar por su casa, en el barrio Tres Cerritos a buscar algo. Al llegar, el hombre entró mientras ella lo esperó en el auto.
La víctima relató que cuando Sánchez salió de su casa, volvió con una botella de agua de medio litro e insistió para que la tomara. Después, en vez de llevarla a su casa dio varias vueltas en el vehículo por Tres Cerritos, y se detuvo también por la plaza, donde conversaron. Tanto el fiscal como la querellante señalaron que esa demora en llevar a la joven a su casa era porque Sánchez esperaba que le hiciera efecto la bebida.
La mujer relató que luego Sánchez la llevó a su domicilio. Aunque la mujer le indicó que la dejara abajo, el hombre bajó del auto e insistió en acompañarla. Cuando subieron, ella recordó que dejó la llave en la puerta de su departamento, el Sánchez entró, y lo último que ella escuchó fue que dio vuelta la llave, y se quedó dormida en el sillón. "Me morí", recalcó Domene que fue la expresión usada por la denunciante para referirse a ese momento en que quedó inconsciente.
La denunciante sostuvo que Sánchez la drogó con alguna sustancia, y la violó estando en ese estado de inconsciencia, sin que ella pudiera defenderse. Relató que cuando despertó, 17 horas después, se encontró con signos de violación sexual. Estaba vestida solo con remera y corpiño, no tenía el pantalón, su ropa interior estaba cortada y encontró una tijera en el piso.
Al revisar el departamento, la mujer vio que el alcolchado de la habitación de su hija, quien no se encontraba en la casa, estaba húmedo, como si lo hubieran lavado en la parte del medio. El fiscal explicó que el abuso se cometió en ese lugar, la víctima manchó esa ropa de cama, Sánchez la trasladó luego hasta la habitación principal donde la dejó, para proceder a lavar las manchas del acolchado.
La abogada Domene dijo a Salta/12 que está conforme con la condena de cumplimiento efectivo, y también destacó la labor con el fiscal Obeid. "Se conformó, si bien somos partes diferentes, el equipo en lo que es la investigación penal, fue contundente. Las pruebas son determinantes", sostuvo.
Aunque Domene pidió 9 años de prisión para Sánchez, "tomando en cuenta los antecedentes del señor, diversas causas abiertas, porque tiene bastantes denuncias por otros hechos que no son relacionados a causas contra la integridad sexual, pero habla justamente del modo de proceder". "A pedido de la víctima requerí esa pena. La mínima era 6 y le dieron 6 años y 6 meses de pena, así que creo que evidentemente se valoró todo el antecedente y el proceder previo a la consumación de los hechos", sostuvo la abogada.
Otras denuncias
Otra mujer que dio su testimonio en esta causa también había denunciado a Sánchez, pero su acusación fue desestimada. "Denuncia que había sido drogada en el boliche One, que era menor de edad, 16 años, que Sánchez sabía que era menor de edad y la hacía ingresar por una puerta lateral, no le pedían documento, le regalaba bebidas alcohólicas, los tickets para la consumisión", explicó Domene.
La testiga contó que una noche ingresó con otras cuatro adolescentes, Sánchez les dio dos tickets para la consumición, y luego otra persona les sirvió la bebida en la barra. Ella se encontraba con otra amiga, "las dos que consumieron quedaron con los efectos de la bebida. Consumen en la barra, se trasladan hacia la escalera, vino la otra amiga que había consumido y también era menor menor de edad, se apoya sobre la primera y cae al piso la denunciante, ella dice que quería levantarse, reaccionar, pero no podía. Estaba paralizada, no la podían levantar sus amigas, el mismo boliche llama a un remís y los patovicas de One la levantan y la llevan a un remís", detalló Domene.
Una tercera denunciante de Sánchez, no quiso avanzar con el proceso judicial. "Denunció que él le ofrecía drogas, tragos y que se despertaba en la cama de no sabe quien, que más de una vez le pasó, tenía 18 años", explicó la letrada de la querella.
Un modus operandi
La letrada dijo que el modus operandi utilizado por Sánchez es coincidente con el utilizado por su primo, Pablo Rangeón, productor de modas que fue denunciado por 6 mujeres por abuso sexual y condenado solo por una de ellas. "La única manera de poder tenerlas era drogándolas", sostuvo.
De hecho, Domene explicó que esta denuncia contra Sánchez surgió después de que la primera víctima que denunció a Rangeón expusiera su caso en redes sociales.
"Tanto se juzgó a la primera denunciante de Rangeón y esta condena fue consecuencia de esa primera denuncia que se hace pública, porque esta víctima se atreve a denunciar a partir de ese hecho. Así que creo que no fue en vano", manifestó.
La letrada valoró "la objetividad del juez (Rubio)" en este juicio. Contó que esta causa también recayó inicialmente en el mismo tribunal que juzgó a Rangeón pero las juezas Gabriela Romero Nayar, Mónica Faber y el juez Pablo Farah se inhibieron, tras la denuncia que les hizo por incumplimiento a los deberes de funcionario público después de aquel proceso en el que consideró que se había revictimizado a las denunciantes.
La abogada también señaló que Sánchez está nombrado en otra causa de violencia sexual, "por ofrecer bebidas", se trata de la que se sigue contra "Magno Rallé", por abuso sexual con acceso carnal, en la que también interviene como querellante. La causa ya estaba requerida a juicio, pero se demoró por una apelación de la defensa, por la que el Tribunal de Impugnación ordenó que la fiscalía cumpletara medidas de prueba. Domene dijo que ya se realizaron, y se espera que se eleve a juicio.
"Empezó a hacerse justicia, una justicia con perspectiva de género, creo que es tiempo de que Salta se independice totalmente de las influencias y de los manejos políticos del Poder Ejecutivo de turno, dijo por último la abogada.