Fuerzas paramilitares detuvieron este martes al exprimer ministro y carismático líder paquistaní Imran Khan, en un violento operativo que generó el inmediato estallido de las protestas en las principales ciudades del país y la irrupción por la fuerza en la base del Ejército. Khan, de quien se desconoce por el momento su paradero, fue arrestado en la sede de una corte de la capital paquistaní cuando se dirigía al tribunal para solicitar una medida de libertad bajo fianza para uno de los casos presentados en su contra.
La detención fue ejecutada por medio centenar de hombres uniformados de negro de la unidad de Rangers, que acorralaron a Khan y a su equipo de seguridad y arrastraron al líder opositor hasta un vehículo, en una operación que dejó como saldo varios heridos. Khan fue arrestado en un caso de corrupción relacionado con un fondo para la educación por unos 177 millones de dólares, conocido en el país como "el caso de Qadir Trust", según la policía de Islamabad.
Reacción en las calles
La acción de las fuerzas de seguridad derivó enseguida en violencia en varias ciudades del país, con el Pakistán Tehreek-i-Insaf (PTI), la mayor fuerza política y la formación de Khan, llamando a sus partidarios a salir a la calle en todo el país. Una hora después del arresto, la cuenta en Twitter de Imran Khan republicó un video de 2022 donde el exprimer ministro predice su arresto y llama a la gente a salir a movilizarse para exigir la libertad.
El gobierno impuso medidas de excepción en Islamabad y la provincia de Punjab, restringiendo las reuniones y el libre movimiento para frenar las protestas, al tiempo que se reportaron cortes en las comunicaciones y la conexión a internet en varias localidades. Aún así las calles de las ciudades de Lahore y Karachi se fueron llenando de partidarios de la antigua estrella del cricket paquistaní convertido en político. La policía tiró gases lacrimógenos y usó un cañón de agua para reprimir a los partidarios de Khan que protestaron en esas ciudades.
Decenas de personas se aproximaron a las inmediaciones del cuartel general del Ejército de Pakistán ubicado en la ciudad de Rawalpindi, en Punjab, y golpearon las puertas de entrada hasta abrirlas, según pudo verse en varios videos compartidos en medios paquistaníes. La última y la única vez que se produjo un asalto en el cuartel general del Ejército paquistaní fue en 2009 con un ataque del principal grupo talibán local, el Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP).
Los simpatizantes de Khan también ingresaron con palos en las residencias oficiales de oficiales militares en las ciudades de Lahore y Peshawar, destrozando ventanas, puertas e inmuebles que se iban encontrando a su paso. Al menos cuatro personas murieron y decenas resultaron heridas en las protestas, según la formación del líder paquistaní. Las autoridades no ofrecían hasta el momento un balance oficial de víctimas.
El derrotero de Khan
Khan perdió el poder en una moción de censura en abril de 2022 promovida por una alianza de sus rivales, celebrada durante un fin de semana hacia el final de la noche. El líder opositor atribuyó su expulsión primero a un movimiento de Estados Unidos para castigarlo por su cercanía con Rusia, aunque posteriormente dijo que fue el exjefe del poderoso Ejército de Pakistán, Qamar Bajwa, quien conspiró con la oposición para desalojarlo.
Khan pasó gran parte del último año enfrentando varios casos judiciales, denunciando presuntos intentos de arresto, su posible asesinato bajo custodia policial, y recuperándose de un atentado que lo dejó herido de las dos piernas en noviembre pasado.
"Se necesitan moderación y sangre fría"
Naciones Unidas anunció este martes que va a seguir de cerca el proceso judicial contra el exprimer ministro de Pakistán. "Conocen nuestras preocupaciones para garantizar que todas las figuras políticas en Pakistán sean tratadas de forma justa y, por supuesto, que se siga un debido proceso", dijo el vocero de la ONU, Farhan Haq, al ser consultado por este caso en una conferencia de prensa diaria. "Seguiremos este proceso a medida que avance para asegurarnos de que nuestras preocupaciones son tenidas en cuenta", agregó Haq.
Por su parte la Unión Europea instó este martes a Pakistán a mostrar "moderación y sangre fría" tras la detención de Khan. "Los retos de Pakistán sólo pueden abordarlos y su camino sólo pueden determinarlo los propios paquistaníes, mediante un diálogo sincero y en consonancia con el Estado de derecho", afirmó en un comunicado un portavoz del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
Estados Unidos, para muchos analistas uno de los culpables de la actual crisis en Pakistán, pidió este martes "respeto" a la democracia y el Estado de derecho. "He visto los reportes. Lo que nosotros queremos es asegurarnos de que lo que ocurra en Pakistán sea consistente con el imperio de la ley y con la Constitución", dijo en una rueda de prensa el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken.