De acuerdo a la UMET, la inflación de abril se ubicó en el 8 por ciento. La suba estuvo motorizada por Vivienda (12,3 por ciento), impulsada por el 23 por ciento de aumento en electricidad. En segundo lugar, aparecen Comunicaciones y Alimentos y bebidas, con 8,7 por ciento. "El vaso medio lleno es el crecimiento del empleo: por primera vez se superaron los 6,3 millones de asalariados privados registrados y hay varios sectores que están en récord absoluto de empleo, como petróleo y minería, comercio, software y hoteles y restaurantes", indica el informe.
Para el director del Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD), Nicolás Trotta, "hay que buscar que el FMI flexibilice las metas y haga un desembolso por la emergencia climática. La inflación de abril es el más alto desde abril de 2002, cuando superó el 10 por ciento tras el salto inflacionario derivado de la salida de la Convertibilidad”.
La inflación alcanzó el 30,2 por ciento en el primer cuatrimestre, cifra que si se anualiza se transforma en un 120 por ciento. En tanto, la inflación interanual, esto es, contra el mismo mes del año previo, alcanzó al 107,9 por ciento y mostró la quinceava aceleración consecutiva.
Para el coordinador del informe, Fabián Amico, "el resultado del relevamiento de abril sigue los mismos patrones de agravamiento que advertimos en las mediciones anteriores. Por un lado, una aceleración del ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial, estimulada por la sequía y los magros resultados del Dolar Soja 3, en un contexto de disminución dramática de reservas".
"Por el otro, la reducción de subsidios comprometida en el programa con el FMI, que conduce a aumentos del 23 por ciento en la electricidad y por ende impacta en el rubro Viviendas. A su vez, el acortamiento del lapso de ajuste de todos los contratos estimula una mayor aceleración inflacionaria y deja a la economía virtualmente sin anclas nominales", agrega Amico.