Una pistola Pietro Beretta registrada a nombre del exdictador chileno Augusto Pinochet, extraviada desde 2014, fue recuperada por la Policía de Chile durante un operativo antidrogas en la ciudad de Valdivia.

El hecho ocurrió luego de un procedimiento policial donde se detuvo a 10 personas de bandas criminales rivales que participaron de una balacera, en la ciudad de Valdivia, en la sureña región de Los Ríos.

El arma Pietro Beretta calibre 380 estaba inscrita a nombre del general que encabezó una sangrienta dictadura entre 1973 y 1990, pistola que mantenía a la fecha un encargo por extravío desde el pasado 8 de mayo de 2014.

El arma incautada durante un operativo antidrogas (Foto: AFP).


Un chico de 15 años tenía el arma de Pinochet

El arma de fuego estaba en poder de un adolescente de 15 años que, al intentar escapar de las autoridades, la lanzó al patio de una vivienda junto a una bolsa con drogas. La policía decomisó la pistola y atrapó al joven por "porte ilegal de arma de fuego" e intento de homicidio, en el marco de un operativo antidrogas.

La fiscal Tatiana Esquivel, durante la audiencia judicial, remarcó que el arma calibre 380, con empuñadura café, tenía la inscripción "Augusto Pinochet U".

La pistola tenía la inscripción Augusto Pinochet U (Foto La Tercera).

El adolescente la habría disparado durante una balacera que quedó registrada en un video viral.

La historia del arma de Pinochet

La pistola había sido reportada como extraviada el 8 de mayo de 2014 en la región metropolitana de Santiago, a 870 kilómetros de donde fue decomisada, según informó la fiscalía.

La agencia de noticias AFP dijo haber contactado a la policía y a la familia del dictador fallecido en 2006, pero no logró obtener detalles sobre las circunstancias en que se perdió la pistola.

Hasta hoy, en Chile sigue habiendo 1.159 víctimas de desaparición forzada durante la dictadura cívico militar de Pinochet que aún son buscadas por sus seres queridos.

La dictadura en el país trasandino duró 17 años, entre 1973 y 1990, y dejó más de 40.000 víctimas, entre ejecutados, detenidos desaparecidos, prisioneros políticos y torturados, según cifras de la comisión oficial que recopiló testimonios de víctimas y familiares. Más de 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado.

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