Los jueces de la Cámara Federal de Casación Penal Mariano Borinsky y Gustavo Hornos rechazaron la recusación que les presentó la defensa de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para que no intervengan en la revisión del fallo condenatorio que la proscribe para ocupar cargos públicos. La vicepresidenta había pedido que se aparten tras quedar en evidencia sus vínculos con dirigentes de Juntos por el Cambio, en los que se incluyen visitas en Casa Rosada y en la Quinta de Olivos sin ser informadas al público.
En tanto, Borinsky y Hornos sí aceptaron la excusación de su colega Javier Carbajo, quien había planteado que debía apartarse porque ya había adelantado opinión sobre el caso.
La defensa de la vicepresidenta había sostenido en su recusación contra Carbajo y sus dos compañeros de la Cámara Federal que se conforma una "única incidencia" para que la revisión del fallo tampoco "puede ser dirimida por los jueces Hornos y Borinsky", al considerar que los pedidos de recusación tenían "la misma circunstancia por la cual peticionamos el apartamiento de Carbajo".
Los jueces rechazaron ese planteo y el pedido de la defensa de Cristina para que se realice un nuevo sorteo en la Cámara Federal al argumentar que la Corte Suprema ratificó a la Sala IV como tribunal natural de la causa en el fallo emitido en junio del año pasado. Aquella decisión ocurrió días antes de que se inicien los alegatos del juicio oral y los supremos rechazaron recursos que CFK había presentado tres años antes.
Borinsky y Hornos rechazaron "de plano" así el pedido de recusación contra ellos mismos y aceptaron la decisión de Carbajo de inhibirse en resolver sobre la causa, por haber adelantado posición en otra causa relacionada con el empresario Lázaro Báez. En este punto, los camaristas aceptaron un único punto al pedido de la defensa de Cristina: "presenciar el sorteo del juez o jueza" que actuará en reemplazo de Carbajo.
La recusación de los abogados de los abogados Carlos Beraldi y Ary Llernovoy se presentó en dos partes. En un primer escritor enumeraron las razones para recusar a los camaristas por decisiones anteriores tomadas a lo largo del juicio:
- Durante la instrucción no hicieron lugar a los planteos de nulidad, incluyendo un reclamo elemental como fue la realización de una pericia sobre las obras. No sólo las de Santa Cruz, sino también las del resto del país.
- Tampoco admitieron los reclamos porque el Tribunal Oral rechazó el 80 por ciento de las pruebas pedidas por la defensa.
- También desestimaron el pedido de apartamiento del perito Eloy Bona, que twiteaba contra la entonces presidenta.
Sin embargo, Borinsky y Hornos sostuvieron que "debe recordarse que es doctrina de nuestro Máximo Tribunal que corresponde el rechazo in limine de la recusación por improcedente, cuando se funda en la mera intervención de los magistrados en pronunciamientos anteriores propios de sus funciones legales".
Otro tramo de la recusación apuntaba sobre la falta de "independencia e imparcialidad" de los jueces frente a varios hechos, entre ellos, las conocidas visitas, en forma periódica, de Borinsky y Hornos a la Casa Rosada y la Quinta de Olivos durante el mandato presidencial de Mauricio Macri, con quien disfrutaban de partidos de tenis, almuerzos y cenas.
"El requerimiento de desplazamiento de los jueces legamente designados para resolver en una causa no puede, válida y legítimamente, sustentarse en esa clase de hipótesis especulativas", consideraron los camarista y agregaron que "la función encomendada deben colocar a los magistrados por encima de las insinuaciones y conducirlos a no aceptar las sospechas de alegada, no probada y desestimada parcialidad, como las referidas en el caso".