Inter golpeó muy rápido. A los 11 minutos del primer tiempo ya le ganaba 2 a 0 a Milan la semifinal de ida de la Champions League con goles del bosnio Edin Dzeko y el armenio Henrikh Mkitharyan. Y a los 18 casi estuvo a punto de cerrarla cuando un derechazo espectacular del turco Hakan Calhanoglu se estrelló en un poste.

Al final, el resultado no se modificó. Y los dos goles de diferencia le otorgan al Inter una muy buena renta para el desquite del martes venidero en el estadio Giuseppe Meazza, donde hace de local. Milan deberá vencerlo por un margen de tres goles para remontar la serie y llegar a la final del 10 de mayo en Estambul. Con el triunfo, el empate y hasta una derrota por un gol, el equipo que capitanea Lautaro Martínez -participó sin tocarla en el segundo gol- definirá el título ante el ganador de la llave entre Manchester City y Real Madrid, que arrancó con empate 1 a 1 en España.


Inter resolvió el clásico milanés con un juego directo y contundente y una muy buena actuación del centrodelantero campeón del mundo, a quien el tucumano Joaquín Correa reemplazó a los 32 minutos del segundo tiempo. Milan tuvo más la pelota en el complemento, pero le falto imaginación. Un derechazo del volante Sandro Tonali que dio en el poste derecho fue la llegada más clara del equipo rojinegro que nunca pudo comprometer el cómodo paso del Inter rumbo a la victoria.