La Justicia del estado brasileño de Goiás procesó a 16 personas, entre ellas siete futbolistas de equipos grandes como Fluminense, Santos y Cruzeiro, por formar parte de mafias del juego que ganan dinero a través de sitios de apuestas, que al mismo tiempo se convirtieron en los principales patrocinadores de la actividad.
La justicia de Goiás acogió la denuncia de la fiscalía y procesó a 16 personas. De los involucrados, el más conocido de ellos es Eduardo Bauermann, defensor de 27 años del Santos, que fue separado del plantel por la directiva del club "debido a las nuevas revelaciones divulgadas por la Operación Penalidad Máxima 2".
Un comunicado de la fiscalía informó que además de Bauermann fueron procesados y llevados a juicio Victor Ramos, de Chapecoense; Gabriel Tota, de Ypiranga de Río Grande do Sul; Igor Carús, de Sport de Recife; Paulo Miranda, de Náutico; Matheus Gomes, del Sergipe; y Fernando Neto, del Sao Bernardo.
La investigación también salpicó a otros dos equipos de Primera División: si bien no existieron procesamientos, Fluminense apartó de su plantel al marcador central Vitor Mendes por sospecha de manipulación. Lo mismo hizo Cruzeiro con Richard, jugador que fue descubierto chateando con un apostador que le pedía que cometiera faltas o recibiera una tarjeta amarilla para ganar la apuesta en los sitios online.
La cadena de noticias Globo informó que el Ministerio de Deportes y el Ministerio de Economía del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva estudian medidas para regular la actividad de las apuestas en línea. Futbolistas como Marquinhos o Marcelo o exjugadores como Ronaldo y Rivaldo son las principales caras de las publicidades de los sitios de apuestas.
Los otros procesados están acusados de organizar una asociación ilícita para presionar a los futbolistas a cometer penales o recibir tarjetas en determinados momentos del partido para ganar las apuestas.
La Operación Penalidad Máxima fue lanzada por la fiscalía del estado de Goiás el año pasado a partir de una investigación sobre apuestas en un partido del club Vila Nova, de ese estado del centro de Brasil. En esa oportunidad, el volante Romario, de Vila Nova, aceptó 30.000 dólares para cometer un penal ante Sport por el campeonato brasileño de Serie B.
Le dieron un anticipo pero como ese día el entrenador lo puso de suplente, Romario se desesperó y buscó a otros compañeros de su equipo para que cometieran un penal a propósito. Según el comunicado de la fiscalía de Goiás enviado a Télam, están bajo investigación 12 partidos, entre ellos dos del Brasileirao 2022 jugados por el campeón del certamen, Palmeiras, el que disputó contra Juventude y otro con el Cuiabá.
Este es un contenido original realizado por nuestra redacción. Sabemos que valorás la información rigurosa, con una mirada que va más allá de los datos y del bombardeo cotidiano.
Hace 37 años Página|12 asumió un compromiso con el periodismo, lo sostiene y cuenta con vos para renovarlo cada día.