El Gobierno británico anunció este jueves que nacionalizará los servicios de trenes a cargo de la operadora TransPennine Express (TPE, en inglés), que cubre gran parte de las conexiones ferroviarias en el norte de Inglaterra y Escocia, debido a las continuas cancelaciones del servicio.
El minstro de Transportes, Mark Harper, fue el encargado de informar de que el contrato de TransPennine no se renovará tras el 28 de mayo.
Los servicios que gestionaba la compañía, que forma parte de la multinacional FirstGroup, pasarán entonces a manos de "un operador de último recurso", lo que significa que una empresa intervendrá en nombre del ejecutivo para hacerse cargo de la gestión.
"Tras meses en los cuales los viajeros y las empresas del norte fueron víctimas de constantes cancelaciones, he decidido colocar (los servicios de) TransPennine Express bajo el estatus de operador de último recurso", declaró el funcionario.
Además, y para justificar la decisión, el funcionario presentó los registros de las últimas cifras que muestran que TPE canceló el equivalente a uno de cada seis servicios durante marzo.
"En mi tiempo como ministro de Transporte he dejado claro que la opinión del pasajero siempre debe ser prioritaria. Después de meses de que los viajeros sufrieran la peor parte de las continuas cancelaciones, tomé la decisión de incorporar TransPennine Express a OLR", afirmó Harper.
De igual forma, el ministro admitió que esto no solucionará de forma inmediata los problemas de frecuencias y horarios del servicio de tren, pero prometió que trabajarán para brindar una mejor prestación.
La respuesta de la empresa
FirstGroup criticó la decisión gubernamental asegurando sentirse "decepcionados" y afirmando que en el último tiempo realizaron mejoras en los servicios. En una nota consignaron que el número de pasajeros aumentó de 14 millones en 2004, cuando adquirieron el contrato, a 29 millones antes de la pandemia.
El operador, que cubre un área en el norte de Inglaterra y Escocia, agregó que se vio gravemente afectado por los paros de conductores, que continúan reclamando mejoras salariales, y que además no pudieron cubrir con otros operarios los turnos, por las continuas medidas sindicales.
En este contexto, Graham Sutherland, director ejecutivo de FirstGroup, se despidió señalando: "Estamos muy orgullosos de haber servido a las comunidades del norte de Inglaterra y Escocia, transportando a millones de pasajeros. La decisión no altera nuestra creencia en el importante papel de los operadores ferroviarios privados en la entrega de un transporte vital y respetuoso con el medio ambiente para los clientes y las comunidades de todo el Reino Unido".