La jueza María Eugenia Capuchetti es una pieza clave en el no esclarecimiento del atentado a Cristina Fernández de Kirchner. En un país normal ya la hubieran apartado y al diputado Gerardo Milman y le habrían sacado los fueros. También habrían citado a Caputo por el financiamiento y a Patricia Bullrich porque en su oficina se habrían borrado los celulares.

 

Ahora bien, la asesora del diputado del PRO manifestó ante la justicia que no había borrado de forma voluntaria todo lo que había en su celular, tras el intento de asesinato de CFK, sino que fue llevada a las oficinas de la entonces presidenta del PRO, Patricia Bullrich, donde un perito eliminó todo lo que había en su dispositivo. También dijo que el mismo procedimiento se hizo el aparato telefónico de la otra secretaria y en el del propio Milman.

 

Sobre el tema, la propia vicepresidenta compartió en su cuenta de Twitter las expresiones de un diputado brasileño que asegura que “la extrema derecha en América Latina utiliza la violencia como método en todos los países ¡vergonzoso!”.

 

Fui una de las impulsoras de la Reforma Judicial y muy crítica respecto de la actuación del procurador interino Casal al frente del Ministerio Público de la Acusación. Como dice Cristina, “todo hace juego con todo”.

 

La política criminal ha sido manejada y está en cabeza del procurador interino Casal, quien lejos de haber constituido una fiscalía especial para investigar el magnicidio contra la Vicepresidenta de la Nación y siendo un enemigo manifiesto de Cristina, ha tendido sus hilos para formar parte de este enchastre institucional y jurídico que constituye esta investigación amañada y cooptada por ciertos sectores que está llevando adelante la jueza Capuchetti. Ni los hechos ni las vinculaciones han sido investigados ni esclarecidos como es debido.

 

 

María de los Angeles Sacnun 

Actual Directora del BICE y ex Senadora nacional por Santa Fe