A 8 años del primer grito de "Ni Una Menos, con vida nos queremos", que aquel 3 de junio de 2015 retumbó con fuerza en las calles, esta semana se realizó en Rosario la primera asamblea lesbostransfeminista para insistir en el reclamo contra los femicidios y por el cumplimiento de los derechos conquistados. De cara a un nuevo 3J, la convocatoria apunta a "visibilizar la violencia de género que se sigue ejerciendo de manera sistemática y totalmente naturalizada en la cultura machista y patriarcal", plantearon desde el movimiento que nuclea a decenas de organizaciones. El lunes habrá un nuevo encuentro en La Toma (Tucumán 1349), a las 18, para avanzar con la organización sobre las actividades de la jornada.
La primera movilización de Ni Una Menos fue días después del brutal femicidio de Chiara Paez, la joven de 14 años asesinada en Rufino. Aquella primera jornada del 3J movilizó a "miles de personas en las calles, en 80 ciudades de la Argentina y otros 26 países del mundo con un grito en común: Basta de femicidios, Ni Una Menos, vivas nos queremos".
El hartazgo de aquellos días sigue vigente. "En 2023 seguimos registrando un femicidio cada 35 horas. Muchas son las demandas que nos vuelven a convocar", aseguraron desde el Movimiento Lesbotransfeminista de Rosario, que el lunes pasado realizó la primera asamblea para organizar una nueva jornada de lucha contra la violencia machista y por la reivindicación de los derechos.
"El 3J es una fecha que se instala en nuestro calendario de género y derechos humanos a partir del femicidio de Chiara, en Rufino, en nuestra provincia, y es una bandera que sella el compromiso por la construcción de un movimiento transfeminista por el que año tras año nos venimos organizando contra la violencia machista. La del lunes fue una primera asamblea para esta fecha que expresa y visibiliza las desigualdades que transitamos diariamente las mujeres, lesbianas, travestis, trans y personas de identidades no binarias", dijo Majo Poncino del Movimiento Evita y Ni Una Menos Rosario.
En ese sentido, señaló que "es un 3J atravesado por la historia, por las tramas, las redes de resistencia y solidaridad, por la necesidad de defender los derechos conquistados, por avanzar sobre el reconocimiento a las diferentes violencias que transitamos. En este encuentro se hizo un diagnóstico de cómo llegamos a este 3J y justamente lo que se puso en evidencia es la necesidad de recuperar el espacio público como instancia de encuentro, movilización, organización, cuando estamos atravesadas por una violencia estructural en nuestra ciudad, cuando seguimos exigiendo los derechos de las trabajadoras y trabajadores precarizadxs y desocupadxs, de la economía popular, porque entendemos que lograr la igualdad también se da en el marco de mismo trabajo mismo salario, por eso es importante potenciar acciones y herramientas hacia nuestra independencia económica".
Y sumó que para esta fecha se trabaja sobre las formas de visibilizar, por lo que se analiza que sea "un encuentro integral de debate, discusión, formación, organización, que pueda no solo jerarquizar la problemática y el empoderamiento del movimiento, sino también por los temas que aún faltan: las cuestiones relacionadas al cuidado, la plena implementación del cupo laboral travesti-trans, aparición con vida de Tehuel De La Torre, como así también la necesidad de repudiar cada avasallamiento, cómo se pretende controlar nuestra capacidad reproductiva. Por eso, nos organizamos por los derechos que faltan y para defender los que conquistamos en la calle, a través de la organización popular".
Por su parte, Liliana Leyes, de ATE Rosario agregó que "en este primer encuentro se hizo un análisis de estos ocho años. Avanzamos mucho, pero hay todavía mucha resistencia", reflexionó. "El lugar que hoy tiene el movimiento transfeminista es el de plantarse fuertemente frente a esa resistencia. Decimos que viene la derecha empujando para que retrocedamos sobre estos derechos ganados en la calle, como fue la ley de Aborto Legal, Seguro y Gratuito", planteó. Y recordó: "El crimen de Chiara impulsó que salieramos a la calle por ese Ni Una Menos, y este 'con vida nos queremos' hace pensar qué queremos ocho años después. En Rosario, en el marco de toda la violencia social que nos impacta también, estamos atravesadas y nos toca un difícil momento entre otras cosas por las medidas del Fondo, el ajuste, la remarcación de precios que vemos a diario y cómo eso nos afecta de muchas formas". Por eso, también se abordó el tema de "la precarización laboral, donde las promesas de pase a planta para trabajadoras estatales precarizadas no se cumplieron, además de otros puntos planteado por compañeres que fueron teniendo la palabra", entre lxs asistentes de organizaciones sociales y barriales, de sindicatos y de partidos políticos.