Desde Santa Fe
Un ex subjefe del servicio de inteligencia de la Policía de Santa Fe (D2), Antonio Parvelotti, fue detenido el jueves e indagado ayer en una causa por delitos de lesa humanidad que investiga la persecución del terrorismo de estado al último referente del PRT Catalino Paez, a sus hermanos y a 16 niños y niñas de las tres familias, en 1980. Parvelotti se negó a declarar ante el juez federal Reinaldo Rodríguez, que lo imputó por la “privación ilegítima de la libertad agravada” y “tormentos agravados” de Paez, su esposa Juana Medina y su hijo Mario, que tenía 14 años. Más, el secuestro de los dos hermanos de Catalino (Miguel y María Ceferina Paez), de su cuñado (Luis Santiago Medina) y de diez compañeros de militancia. En la indagatoria, el comisario designó a su abogado defensor, escuchó las pruebas en su contra y se abstuvo de declarar. El juez le comunicó entonces que seguía preso a disposición del tribunal.
El fiscal Martín Suárez Faisal solicitó la detención de Parvelotti y el allanamiento de su casa en la zona norte de la ciudad el 27 de marzo, pero la búsqueda se realizó recién el jueves y la indagatoria ayer a la mañana.
Parvelotti comenzó a operar en el D2 –como se conoce al Departamento Informaciones- en noviembre de 1975 (“mientras duren los operativos ordenados por la superioridad”, dice su legajo que cita la acusación fiscal), fue “asignado definitivamente” al área en mayo de 1976 y se despeñó como segundo jefe entre julio de 1979 y diciembre de 1982.
El juez le imputó haber participado en once operativos del grupo de tareas, entre ellos:
*8 de febrero de 1980. El secuestro de la hermana de Catalino, María Ceferina Páez y de su cuñado, Luis Santiago Medina, en la ciudad de Esperanza, donde vivían con sus cinco hijos, que quedaron abandonados.
*12 de febrero de 1980. La detención del otro hermano de Catalino, Miguel Paez, de su esposa Elba Medina y de su hija Graciela (de 14 años) en un campo de Esteban Rams, departamento 9 de julio. El grupo estaba integrado por “numerosas personas que se movilizaban en autos y camionetas, armadas y vestidas de civil”.
*15 de febrero de 1980. La captura de Catalino, su compañera Juana y su hijo Mario en la localidad de Lima, provincia de Buenos Aires, donde trabajaban en una ladrillería. Miguel Páez fue llevado al lugar como rehén. Y tras el ataque, los otros seis hijos de Catalino y Juana quedaron abandonados, la mayor de 12 años y el más chiquito de un mes y medio.
Los operativos del D2 siguieron después contra diez compañeros de militancia de Catalino, que fueron capturados entre marzo y abril de 1980.
La persecución a los Páez y a los 16 niñas y niños de las tres familias quedó expuesta en un juicio del Tribunal Oral de Santa Fe, en julio de 2021, que condenó a seis represores del D2 por secuestros y torturas. Su ex jefe Germán Chartier (16 años de prisión), el comisario Eduardo Riuli, que ocupó el mismo cargo en otra época (6 años y seis meses), el sargento Rubén Insaurralde (6 años) y Fernando Mendoza, Antonio González y Omar Epifanio Molina (a 5 años).
En esta segunda etapa de la investigación, el fiscal Suárez Faisal imputó al ex juez federal Víctor Brusa, a dos comisarios condenados en el juicio de 2021: Riuli y Mendoza y al ex oficial del D-2 Oscar Valdez, quien ya fue indagado en esta causa en octubre de 2022 y desde el segundo juicio por la masacre de Ituzaingó y Las Heras, en agosto de 2019, cumple una condena a prisión perpetua, en su casa.
Concretamente, ayer a Parvelotti lo imputaron por “privación ilegítima de la libertad agravada” y “tormentos agravados” a Catalino Páez, Juana Medina y Mario Páez. Y como “autor mediato” por los mismos cargos contra otras trece personas: los dos hermanos de Catalino (Miguel y María Ceferina Páez) y su cuñado Luis Santiago Medina. Y sus diez compañeros: Daniel Emilio Acosta, Juan Anselmo Miranda, Pedro Pablo Moncagatta, Juan Carlos Sánchez, Carlos Luis Szuban, Hugo Alberto Silva, Ricardo Nicolás Galván, Juan Carlos Oliver, Roberto Manuel Soria y Leonel Oscar Gaitan.