El Tribunal Superior de Islamabad otorgó este viernes la libertad bajo fianza durante dos semanas al ex primer ministro Imran Khan, quien fue arrestado el martes por "el caso de Qadir Trust", que le acusa de haber recibido tierras como soborno, a través de un fondo creado por él y su esposa para una universidad centrada en la espiritualidad y las enseñanzas islámicas.
El juicio se celebró en una audiencia de varias horas, un día después de que el Tribunal Supremo --la máxima autoridad judicial pakistaní-- declarase ilegal el arresto de Khan y ordenase al Tribunal Superior de Islamabad su "inmediata" liberación.
"Se ordena que el peticionario (Khan) comparezca ante la Alta Corte
de Islamabad el 12 de mayo de 2023 para la
audiencia de su petición presentada para impugnar la acción de la
Oficina Nacional de Responsabilidad en su contra", señaló ayer el
Supremo para pedir la liberación.
Antes de conocerse la concesión de las fianzas, el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, ya se había mostrado crítico con la postura del Supremo, asegurando que había favorecido a Khan otorgándole una amnistía. "Dejamos que esto sea la ley de la selva", expresó con sarcasmo, advirtiendo que todo el país “soportará las consecuencias de lo que venga a continuación”.
La liberación de Khan
Tras tres días de arresto, Khan abandonó a la noche la sede de la Alta Corte de Islamabad, donde se encontraba desde el mediodía. Su salida se produjo poco después de que la policía local confirmase un tiroteo, presuntamente dirigido a los guardias de seguridad en varias zonas próximas al complejo judicial, aunque nadie resultó herido.
El político se dirigió a su residencia en la ciudad de Lahore, en el oriente de Pakistán, informó el Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI), la formación política del ex primer ministro. Esta publicó un video que fue borrado poco después, en donde Khan expresó su disgusto por el retraso en los arreglos de seguridad para permitir su salida. “Hace tres horas que me tienen dentro de la corte y no me liberan. A veces vienen con una excusa y otras veces con otra", expresó.
"Ahora soy un hombre libre. A pesar de que me secuestraron, me han retenido aquí a la fuerza. Quiero decirle a toda la nación que tienen malas intenciones. Quieren hacerme algo de nuevo", agregó Khan en el vídeo en el que pidió a la población que se prepare para protestar.
No estuvo con los suyos
Khan fue una estrella del críquet y tiene procedimientos judiciales por distintas acusaciones en varias provincias del país. Logró obtener una fianza preventiva que evitará que sea arrestado por cualquier otro de los casos hasta el 17 de mayo.
La Policía del estado oriental de Punyab se había trasladado a las afueras del tribunal para presuntamente detenerlo en otros casos relacionados con la incitación al vandalismo o a quemar la casa de un comandante de las fuerzas de seguridad, el día de su arresto.
El PTI había anunciado para este viernes una manifestación pacífica en Islamabad, a la que estaba previsto que se uniera el ex primer ministro en caso de quedar en libertad, pero las severas medidas de seguridad en la capital impidieron el desplazamiento a muchos de sus seguidores.
Dos días de caos
El político de 70 años fue detenido el martes cuando acudía al Tribunal para solicitar la libertad bajo fianza en “el caso Qadir Trust”. El arresto se realizó con un violento operativo que dejó imágenes de los paramilitares entrando por las ventanas y sacando a Khan a la fuerza.
Tras el arresto de su líder, el PTI llamó a sus seguidores a salir a las calles para protestar. Aunque fueron mayoritariamente pacíficas, las manifestaciones generaron ataques a sedes militares, instituciones estatales y residencias de oficiales. El gobierno impuso medidas de excepción en Islamabad y la provincia de Punjab, como la restricción de las reuniones y el libre movimiento para frenar las protestas, la suspensión de los servicios de internet móvil en todo el país por un período indefinido y el despliegue del Ejército. Con la reciente liberación de Khan, se levantaron estas medidas.
Toda esta situación de tensión y conflicto dejó un total ocho muertos, cientos de heridos y más de 1.600 arrestados hasta el momento, entre ellos varios líderes del PTI acusados de incitar a la violencia. Una de las últimas arrestadas fue la ex ministra de derechos humanos de Pakistán, Shireen Mazari, según denunció este viernes su partido.
Tras perder el poder
Khan perdió el poder en una moción de censura en abril de 2022 que fue promovida por una alianza de partidos liderada por la Liga Musulmana de Pakistán del actual primer ministro, Shehbaz Sharif, que se confabuló con Estados Unidos. Sus rivales le respondieron que eso era “blasfemia”.
Desde entonces, Khan se enfrentó a varios casos judiciales y denunció presuntos intentos de arresto. En noviembre pasado, sufrió un atentado que lo dejó herido de las dos piernas, en el contexto de una movilización que reclamaba la no intervención extranjera en los asuntos internos de Pakistán. Por este hecho, se profundiza la geopolítica en pugna, al tiempo que el exprimer ministro acusó a EE.UU. por su desplazamiento del poder.