Israel y las milicias palestinas de la Franja de Gaza acordaron este sábado un cese el fuego, tras cinco días de una intensa escalada que dejó 35 muertos. Pero al rato de su entrada en vigor, se retomaron los combates con Israel bombardeando a ese enclave palestino, supuestamente en respuesta al lanzamiento de dos cohetes después de la hora límite de alto el fuego. "El Ejército está en estos momentos atacando la Franja de Gaza", confirmó en un comunicado el sábado, un portavoz militar israelí.
Aunque no se ha cumplido el alto el fuego, no se descarta que las partes se contengan durante la noche y no retomen la escalada.
El anuncio del cese al fuego fue difundido al mismo tiempo que una ráfaga de cohetes era lanzada desde la Franja de Gaza, a lo que el Ejército israelí respondió, casi inmediatamente, con nuevos bombardeos rozando la hora de entrada el vigor de la tregua.
Las autoridades de Israel no han anunciado cuándo reabrirán la frontera con Gaza, algo vital para reabastecer servicios básicos en el empobrecido enclave. El acuerdo, logrado con la mediación de Egipto, incluye el compromiso de "dejar de atacar a civiles y dejar de demoler casas", informó la cadena estatal egipcia. Y añadió: "Egipto llama a las dos partes, la palestina y la israelí, a que cumplan con el cese de hostilidades".
Muhamed al Hindi, un alto líder de la Yihad Islámica Palestina (YIP) desde El Cairo, señaló que su organización "respetará el acuerdo de alto el fuego, mientras el enemigo israelí se adhiera a él". El asesor de Seguridad Nacional de Israel, Tzachi Hanegbi, agradeció a Egipto y confirmó que su país aceptó un alto al fuego, pero advirtió de que "seguirá haciendo lo que sea necesario para defenderse", si recibe nuevos ataques.
Antes de la tregua
Los rumores de un inminente cese al fuego, mediado por Egipto, la ONU y Qatar, circulaban desde hace varios días, pero ambas partes aseguraban que las negociaciones se tornaban "muy difíciles" por la negativa israelí a frenar los asesinatos de altos mandos de la YIP.
Esta nueva escalada bélica comenzó el martes, cuando Israel activó la operación "Escudo y Flecha" con el asesinato selectivo de líderes de la YIP en intensos bombardeos para desmantelar las capacidades del grupo, lo que desencadenó una fuerte reacción de las milicias palestinas.
Un total de 33 gazatíes murieron --al menos 15 civiles incluyendo 7 niños-- y hubo 147 heridos, según el Ministerio de Sanidad del enclave. Del lado israelí, hubo dos víctimas mortales: una anciana murió el jueves cuando un cohete impactó contra su edificio en Rehovot, y un gazatí con permiso de trabajo en Israel murió por impacto de metralla mientras pastoreaba cerca de la Franja.
Desde el comienzo de la operación, el Ejército israelí atacó 371 objetivos de la YIP --incluyendo domicilios de sus miembros e instalaciones militares--, mientras que el grupo islamista disparó 1.234 proyectiles desde la Franja, incluyendo cohetes y morteros, la mayoría de los cuales cayó en terreno despoblado o fue interceptado por el sistema antiaéreo.
Numerosos daños en Gaza
El gobierno de Hamás --movimiento islamista que gobierna desde 2007 el bloqueado enclave, hogar de 2,5 millones de palestinos-- confirmó que 17 edificios residenciales fueron destruidos, reduciendo a escombros 51 apartamentos y otros 83 bloques sufrieron daños, dejando con importantes destrozos aa 940 viviendas y 49 totalmente inhabitables.
El único gran hospital de la Franja, el Shiffa en ciudad de Gaza, está desbordado de heridos; el hospital de Deit el Ballah, el único que hay en el centro del enclave, quedó parcialmente destruido por un bombardeo cercano; y a la única planta eléctrica del enclave, solo le queda combustible para suministrar luz hasta el lunes por la mañana.
Las calles amanecieron el sábado totalmente vacías de tráfico y transeúntes, con escuelas, universidades e instituciones oficiales cerradas, excepto farmacias, panaderías y supermercados, cada vez más desabastecidos ya que no entran insumos al enclave desde el martes.