Cuatro días antes de que Fernando Sabag Montiel intentara asesinarla, dos integrantes del grupo Revolución Federal –cuyo lema es bala al kirchnerismo– entraron al edificio en el que vive Cristina Fernández de Kirchner. Quien les abrió la puerta de la intimidad de la vicepresidenta fue su vecina del sexto piso, Ximena de Tezanos Pinto, que saltó a la fama por colgar en los balcones banderas con proclamas “republicanas”. Ocho meses después del intento de magnicidio, el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi –por un pedido del fiscal Gerardo Pollicita– resolvió profundizar la investigación sobre Tezanos Pinto y su vinculación con el grupo radical que quiere a los kirchneristas “presos, muertos o exiliados”.
Martínez de Giorgi le ordenó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que centre su pesquisa ahora en algunas personas cuyos nombres aparecen rodeando a Revolución Federal. Entre otros, mencionó a Tezanos Pinto. Le pidió a la fuerza que analice videos, imágenes y conversaciones de Instagram, Telegram, Facebook y WhatsApp para determinar si participó en el derrotero de acciones violentas que protagonizó la agrupación Revolución Federal desde el 25 de mayo del año pasado. Hubo marchas con guillotinas o antorchas frente a la Casa Rosada, escraches frente al Instituto Patria, protestas afuera de la Quinta de Olivos, patadas y golpes contra la camioneta de Sergio Massa cuando asumió en el Ministerio de Economía y poletanzos contra distintos referentes sociales.
El nombre de Tezanos Pinto figura desde hace tiempo en esta causa –que se instruye por separado de la del atentado contra CFK, pese a que Martínez de Giorgi y Pollicita inscribieron el intento de homicidio como punto cúlmine de una seguidilla de actos violentos guiados por el odio–. De hecho, la “vecina” de CFK se presentó en el expediente en el que están procesados cuatro integrantes de Revolución Federal: sus fundadores, Jonathan Morel y Leonardo Sosa; Gastón Guerra y Sabrina Basile.
Al momento de dictar el procesamiento de los cuatro miembros de Revolución Federal, Martínez de Giorgi mencionó que dos de ellos –Guerra y Sosa– habían estado el 28 de agosto de 2022 –cuatro días antes de que Sabag Montiel gatillara a centímetros del rostro de CFK– en el edificio donde vive la vicepresidenta. “Un acontecimiento a todas luces alarmante”, dijo el juez en referencia a la visita al departamento de Tezanos Pinto.
Una puerta de acceso
Tezanos Pinto se mudó al edificio de Juncal y Uruguay cuando CFK vivía en la quinta de Olivos. Su departamento está ubicado en el sexto piso –justo arriba de la vivienda de la vicepresidenta– y tiene casi 300 metros cuadrados. Durante algún tiempo, ella no habitó en esa casa. Volvió durante la pandemia después de separarse de su pareja. Rápidamente se volvió un punto de referencia –por sus banderas– para quienes querían pasar a destilar su odio hacia CFK.
La vecina de la vicepresidenta está afiliada a Republicanos Unidos, el sector que se referencia en Ricardo López Murphy. Votó por él en 2021 en la interna de Juntos por el Cambio. En las generales, se inclinó por Javier Milei, aunque más particularmente por su segunda en la lista, Victoria Villarruel. “Lo que me convenció de votarlo fue lo que hizo Villarruel con el relato de los terroristas, eso de que eran todos buenísimos y vinieron los militares malos a pegarles”, confesó ante La Nación.
El departamento de Tezanos Pinto tiene cuatro habitaciones con baños independientes. Durante algún tiempo, publicó en distintas páginas la oferta para alquilar los cuartos. Un tiempo antes del atentado contra CFK, Tezanos Pinto empezó a albergar en su casa a una abogada, Gladys Egui. Según la vecina de CFK fue porque la letrada estaba en situación de calle después de una enfermedad. En una entrevista con radio La Red, Egui dijo que vivía en el edificio desde tres o cuatro meses antes de que intentaran matar a CFK, aunque no dio muchos más detalles.
Tezanos Pinto cuenta que quien la contactó con Egui fue Cristina Luján Romero –otra de las personas a quien Martínez de Giorgi ordenó investigar–. Romero y Tezanos Pinto compartían las movilizaciones en favor del policía Luis Chocobar, que fusiló a Juan Pablo Kukoc después de que asaltara a un turista en el barrio de La Boca. Tezanos Pinto y Romero --que suele postear fotos con Patricia Bullrich-- quisieron viajar a Dolores para prestarle su apoyo a Mauricio Macri cuando debió declarar por el espionaje a las familias del ARA San Juan, pero el auto las dejó a pie.
Egui es, de alguna manera, el vínculo de Tezanos Pinto con la agrupación Revolución Federal por haber actuado como abogada de Guerra y Sosa. Antes de que fueran detenidos por orden de Martínez de Giorgi, Egui representaba a Guerra por las agresiones al periodista Lautaro Maislin, ocurridas el 3 de agosto del año pasado, y a Sosa porque el 23 de ese mes había sido detenido en las inmediaciones del departamento de CFK con otro manifestante de extrema derecha que portaba sustancias inflamables –el fiscal Pollicita consignó que, en realidad, se trataba de una bomba molotov–.
Versiones contrapuestas
El primer intento de Sabag Montiel y de Brenda Uliarte de matar a CFK se produjo el 27 de agosto del año pasado. Según Uliarte le escribió a Agustina Díaz, había mandado a alguien a intentar asesinar a la vicepresidenta pero no llegó a hacerlo. Un día después, tanto Guerra como Sosa estuvieron en el departamento de Tezanos Pinto. Hay versiones distintas sobre ese día. Egui dijo que los convocó para que le firmaran papeles. En su indagatoria, Guerra dijo que fue allí cuando conoció a Tezanos Pinto y que no sabía que la vicepresidenta vivía en ese edificio –curioso porque, para entonces, toda la zona de Recoleta estaba llena de personas que se acercaban a darle su apoyo ante el pedido de condena e inhabilitación perpetua que había hecho la fiscalía en el juicio de Vialidad–. Tezanos Pinto le contó al periodista Jorge Fontevecchia que, en realidad, había conocido a Guerra en un café.
Lo cierto es que Guerra –el mismo que había atacado la camioneta de Massa– no solo visitó ese día el edificio. Según relató ante el juez Martínez de Giorgi, fue en otras oportunidades e incluso manifestó haber tenido contacto con la custodia de CFK. La explicación fue que hizo “changuitas” en la casa de Tezanos Pinto: trabajos de pinturería e instalación de azulejos, por ejemplo.
En la causa figura un informe de la PSA en el que se menciona que Tezanos Pinto y Guerra mantenían comunicaciones asiduamente. Según el análisis –citado en una presentación que hicieron los abogados de CFK en diciembre pasado–, los dos se pasaban información de los sucesos diarios respecto de los movimientos de la vicepresidenta. Por eso, los abogados de CFK, José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal, sostienen que la versión de las “changuitas” es simplemente mentira.
Meses atrás, el juez también había ordenado que se analizaran las redes sociales de la vecina --que niega adherir a Revolución Federal-- y le había requerido a la PSA que investigara sobre los alquileres que ofrecía en distintas páginas web. Según los abogados de CFK le informaron al juzgado, el afán por rentar las habitaciones se disipó después del intento de homicidio.