Entre lesionados, suspendidos y convocados a la Selección Sub 20, Boca recibió a Belgrano con once bajas. Pero nada de eso se notó sobre el verde césped de la Bombonera. Con los regresos de Frank Fabra y Darío Benedetto, el equipo de Jorge Almirón mostró un fútbol de a ratos convincente. Sin rastros anímicos de la controvertida derrota con River, ganó 2 a 0 con goles de Payero y Benedetto en el segundo tiempo, y pudo haber logrado una diferencia mayor si el colombiano Sebastián Villa hubiera tenido la mira más ajustada a la hora de la definición.
Los cordobeses encararon el partido como si supieran de antemano que no podían plantársele de igual a igual a Boca. Sin rigor en la marca, agresividad para cortar las líneas de pase xeneizes u ocupar espacios ni volumen de juego, Belgrano flotó sobre la cancha y Boca lo aprovechó. Hubo circuitos interesantes por los costados con Weigandt y Advíncula por la derecha y Fabra y Villa por la izquierda y buenos contactos por adentro entre Payero y Benedetto que no fue tan de punta.
Payero pudo haber abierto el marcador en el primer tiempo pero levantó su tiro por arriba del travesaño desde el punto del penal luego de un desborde de Villa. Lo consiguió a los 4 minutos de la segunda etapa con un derechazo desde fuera del área que le quebró las manos al arquero Losada. Tres minutos después, Benedetto entrando por el segundo palo anotó el 2 a 0 en un gol que debió haber sido invalidado por una posición adelantada de Payero en la jugada previa.
Con el resultado asegurado, Almirón movió el banco. Pero los ingresos de Rolón, Briasco, Vázquez, Diego González y Sandez desarticularon el equipo. De todos modos, el resultado nunca corrió riesgos. La tibieza de Belgrano fue tanta que Boca levantó el pie del acelerador e igualmente, construyó una actuación que a casi todos dejó conforme.