(Desde La Pampa)
El peronismo pampeano reafirmó su histórico invicto desde el regreso de la democracia, pero con lo justo. Al menos le regaló una pequeña alegría al gobierno nacional en crisis, que no pudo mostrar la jornada como un domingo SuperPeronista porque se quedó sin la posibilidad de la elección de gobernadores en Tucumán y San Juan, pero consiguió un alivio pampeano.
El oficialismo reafirmó su potencia electoral porque aún en medio de la crisis que generan la inflación y el bajo poder adquisitivo logró la reelección de Sergio Ziliotto como gobernador, con la ultravenista Alicia Mayoral como vice. Pero ese triunfo fue acotado y perdió la mayoría en la Cámara de Diputados y Diputadas. El kirchnerista Luciano di Nápoli, uno de los intendentes más importantes de La Cámpora, obtuvo la festejada reelección en la capital Santa Rosa, también con lo justo.
Fue la mejor elección que la oposición al peronismo hizo en La Pampa desde el regreso de la democracia. Además, Juntos por el Cambio sostuvo la gestión de algunos de los municipios más poblados y ganó otras importantes localidades en las que gobernaba el peronismo. El resultado abre un escenario de notable paridad con vistas a 2027.
De acuerdo a los últimos datos oficiales conocidos, el frente peronista sacó para la Gobernación un 47,8% contra el 42,1% de la alianza opositora, que postuló a Martín Berhongaray - Patricia Testa. En la Legislatura, aunque esos guarismos están sujetos a los cambios finales que haya en el escrutinio, habría 15 bancas para el oficialismo y 14 para Juntos por el Cambio.
Festejo despegado
Aunque en la semana el gobierno nacional hizo gestiones para que algunos representantes bajaran a la provincia en caso de victoria, finalmente esa posibilidad quedó desechada, siguiendo el rumbo que había elegido el peronismo pampeano de despegarse de la gestión central: esa es una estrategia del peronismo que ha atravesado prácticamente todos los momentos históricos.
También para este caso la táctica funcionó, aunque sea a medias: la presencia estatal provincial en la economía, poniendo parches durante la pandemia y en la crisis, fue un punto alto en la etapa proselitista. Ziliotto todo el tiempo dijo que la campaña oficialista consistía en “gestionar”.
“Pampeanos y pampeanas ratificaron una forma de gobernar”, dijo este domingo a la noche el gobernador reelecto. La Pampa quedó en el centro de la escena, a partir de los comicios frustrados de Tucumán y San Juan, y porque la elección de 2021 impulsó a algunos medios concentrados a augurar una victoria de Juntos por el Cambio que hubiera sido un fuerte batacazo, ya que el PJ pampeano había ganado las 10 elecciones que se hicieron para cargos ejecutivos desde el año ’83 hasta la fecha.
La repartija de votos
La participación en la elección estuvo en niveles interesantes: superó el 70%. El derrotado candidato radical aceptó el resultado sin conflictos, a tono con lo que fue una campaña electoral caracterizada por la tranquilidad, la moderación y la convivencia, a contramano de lo que había sido la disputa legislativa en 2021, cuando la alta presencia de las postulaciones del PRO exacerbaron la grieta y convirtieron en más agresiva la actividad proselitista.
Se afirmó como tercera fuerza, aunque en decadencia, Comunidad Organizada, un espacio que comanda Juan Carlos Tierno, dirigente de larga trayectoria dentro del peronismo, que fue dos veces ministro de Seguridad e intendente de Santa Rosa, pero que dio un definitivo portazo en 2016, armó su propio sello y tenía la intención de coquetear tanto con Patricia Bullrich como con Javier Millei con vistas a las elecciones nacionales de Agosto.
El Partido Libertario tuvo en esta elección una participación muy marginal: no presentó candidaturas a la Gobernación, sino únicamente a legisladores provinciales, y se ubicó en el séptimo puesto entre ocho participantes, con apenas el 1,28%.
El Frente de Izquierda se colocó en el cuarto lugar a nivel provincial, con la candidatura de Luciano González Cabiati, con el 1,7%. Más atrás quedó el espacio “Desde el pie”, que representa a una fuerza de centroizquierda nacional y popular: Claudio Acosta sacó el 1,3%. El Movimiento Federalista Pampeano, un partido de derecha que gobernó La Pampa en dictadura, cosechó el 1,2% con la postulación de Héctor Fazzini.
Los bastiones y la sucesión
El Frente Justicialista Pampeano basó su victoria en los triunfos que obtuvo en las principales ciudades de la provincia: ganó la apretada puja en Santa Rosa, donde fue reelecto di Nápoli, de La Cámpora; y sacó una diferencia cercana a los 10 puntos en la norteña General Pico, que reeligió a la intendenta Fernanda Alonso a partir de la notable aparición de respaldo del exgobernador Carlos Verna, que no fue candidato ni se metió demasiado en la puja provincial pero sí jugó su partido en su bastión personal.
Esas dos particulares batallas ya disparan la sucesión: la dirigencia del peronismo, acostumbrada a pelear tempranamente por el poder político, mira de reojo la situación del 2027 porque la Constitución inhabilita otra reelección de Ziliotto y entonces está lanzada la disputa de ambiciones. Desde ya que el intendente reelecto en Santa Rosa y la intendenta reelecta en Pico forman parte de los nombres hipotéticos.
En la puesta en escena de la victoria, que se hizo en la sede del Sindicato de Telecomunicaciones, también se dejó espacio al diputado nacional Hernán Pérez Araujo -otro ultravernista anotado en esa carrera- que lideró la lista de diputados y diputadas provinciales.
También la oposición piensa en el futuro y en ese sentido hubo dirigentes que salieron fortalecidos: el radical Abel Sabarots fue reelecto en la sureña General Acha, Mónica Curucthet fue reelecta en la norteña Eduardo Castex, Hugo Kenny sostuvo su gestión en Victorica, Sergio Arrese ratificó su primacía en la sureña Guatraché y Eduardo Pepa recuperó para el PRO la rica y norteña Intendente Alvear.