“Las puertas de entrada al infierno. La cárcel no es otra cosa que el infierno sobre la tierra. Cada vez que entro aquí, se percibe dolor porque más allá de que la pena y el castigo están legitimados, no pierden su naturaleza intrínseca de producir un dolor altamente estresante”, inicia el hilo en Twitter el juez de Cámara de Responsabilidad Penal Juvenil de Catamarca, Rodrigo Morabito.

El magistrado, habló con Catamarca/12 y señaló que no quiso generar polémica con sus historias, sino que como Juez periódicamente concurre al pabellón donde están alojados los condenados que ya cumplieron la mayoría de edad, pero que cometieron delitos siendo menores, y que “le corresponde verificar las condiciones de detención”.

El descargo de Morabito inició con una fotografía donde se lo ve ingresando junto a su equipo de trabajo al servicio penitenciario de Catamarca, ubicado en la localidad de Miraflores, departamento Capayán, a 20 kilómetros de la ciudad Capital, y la frase “Las puertas de entrada al infierno”.

Posteriormente, coloca una serie de imágenes más donde se ve lo que parece una cocina. “Las condiciones insalubres y de falta de higiene no son partes del castigo. Una cosa es el castigo por el delito y otra un trato innecesario. La justicia penal no implica sólo dictar una condena, sino que se debe trabajar para que el fin esencial de la pena (reinserción social) se concrete efectivamente. Los jueces y juezas deben garantizar ese fin acudiendo periódicamente a los lugares de encierro”, señala al respecto.

Cocina del pabellón de menores de edad.

Luego coloca imágenes del lugar en donde duermen los jóvenes y donde estudian también con sendas opiniones: “Hoy en día debe ponerse en crisis las condiciones de castigo en la República Argentina y el Estado en el que se encuentran las cárceles; porque claramente no son sanas, ni limpias y tampoco para seguridad (art. 18); sino que son insanas, inhumanas y para castigo”, señala en uno de los tuits y luego agrega: “Quienes insisten con cárceles crueles, inhumanas y degradantes para delincuentes; deberían pensar que por la conflictividad de hoy en día se puede caer preso y ser condenado por diferentes delitos que no requieren una previa delincuencia. Una desgracia puede llevarte a la cárcel”.

A Catamarca/12 Morabito le explicó que “La función del Juez es ir a las cárceles y recomendar que estas condiciones de los establecimientos se mejoren. Es un problema del país. Acá la discusión está en que una cosa es el castigo que merece, nadie discute porque hay un juicio y hay pruebas de que cometió el delito. Y otra que no podemos como Estado imponer consecuencias, inhumanas, no es una venganza, la Justicia está para otra cosa”, aclaró.

Para el magistrado, la pena “no puede convertirse en cruel en ningún momento”

“La gente se queja y pregunta para qué estudian y es para reinsertarse a la sociedad. Pero en esas condiciones hostiles, tiene más posibilidades de salir como alguien desocializado. Este no es problema sólo de Catamarca, la República Argentina fue condenada por las condiciones carcelarias a nivel internacional”, dijo.

En cuanto a la responsabilidad, explicó que no es de quienes trabajan en los establecimientos carcelarios, “lo que tiene que haber es una política pública destinada a brindar presupuestos a los establecimientos para que reúna las condiciones de dignidad para que las personas puedan recuperarse. El derecho a la reinserción social es una obligación del Estado garantizarlo”, resaltó y agregó “de qué me sirve que el que entre a la cárcel tenga más posibilidades de salir como un gánster a alguien socializado. La pena se ha vuelto a cruel, producto de reformas”, dijo.

Así mencionó que el Código Procesal Penal de Argentina es uno de los más duros. “Se postulan leyes más duras. Políticas de tolerancia cero. El código Penal es el más viejo del mundo y tiene casi 900 reformas. Argentina tiene pena perpetua sin posibilidad de excarcelación. Es el único Código que la tiene. Además se ha venido endureciendo, se trata de uno de los sistemas penales más duros”, señaló.

Causas sociales

En cuanto a las causas del delito, explicó que la “ley penal es solo una respuesta ante el delito. “Para que el delito vaya bajando es necesario que se trabaje sobre las causas que lo generan que no son jurídicas sino que son sociales, como las adicciones, deserción escolar, falta de oportunidades, pobreza, exclusión”, ejemplificó.

“Nos estamos equivocando, hemos endurecido las penas y el delito sigue siendo el mismo o cada vez peor. Lo que hay que repensar es cómo vamos a trabajar con esa gente que mandamos al encierro. Hay que pensar el sistema carcelario. Primero debemos saber cómo prevenirlo al delito y luego cómo abordarlo”.

“No estamos hablando de tener hoteles de lujo. Comida como cárceles nórdicas, estamos hablando de condiciones dignas: Ducharse de acuerdo a la estación en la que están. Nadie habla de aire acondicionado”, repitió.

Por último señaló que la falta de políticas se evidencia en que la Ley carcelaria (24660) establece que deben haber lugares específicos para menores de edad que cometieron delitos, y en Catamarca no hay, sino que son enviados a un pabellón del penal para adultos. “No hay un lugar especializado”.