"Queremos dos francos semanales para estar menos expuestos al asbesto y que el gobierno porteño compre flota nueva como se comprometió", dijeron a Página 12 desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), que este lunes realizó un paro de 24 horas rotativo en todas las líneas del subte porteño. La medida de fuerza se enmarca en el plan de lucha que el gremio comenzó hace un mes y medio para reclamar el retiro del material cancerígeno del subte, y que incluyó paros escalonados y por segmentos de horarios. Además, denuncian que les descontaron los días de paro, mientras que el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, los acusó de querer "extorsionar" con los paros.
La primera medida de fuerza de este año fue el pasado 29 de marzo. Ese día, el gremio paralizó las líneas B y C durante las primeras dos horas de servicio. Desde entonces el reclamo de los y las trabajadoras se mantuvo con ceses de actividades y volanteadas en las estaciones para explicar a los y las usuarias por qué piden reabrir la mesa paritaria: para discutir el proceso de desasbestización del subte y plantear el reclamo de la reducción de la jornada laboral, sumando un franco a la semana. Hasta ahora trabajan 36 horas semanales divididas en seis días con un solo franco. "Queremos dos francos porque necesitamos estar menos expuestos al asbesto", explicó ahora a Página 12 Francisco Ledesma, secretario de Salud Laboral del gremio.
Este lunes los ceses de actividades se transformaron en paro de 24 horas. Fue principalmente como medida de "autodefensa", luego de que el gremio denunciara que "Emova realizó descuentos arbitrarios e ilegales en los sueldos de más de 200 trabajadores". El paro de este lunes fue rotativo, con franjas de tres horas por cada línea. "La paritaria está vencida y no nos convocan. Queremos que la abran y que el GCBA compre flota nueva como se comprometió a hacerlo en marzo", agregó Ledesma sobre el reclamo, que también incluye pedidos salariales.
Según las cifras que manejan los y las trabajadoras, son tres las personas fallecidas por causas vinculadas al asbesto desde que en 2018 descubrieron que ese material estaba presente en la flota del subte. "Dos trabajadores muertos de cáncer por exposición a asbesto fueron reconocidos por al Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Otro trabajador murió de cáncer en 2020 y su caso está en proceso de reconocimiento", precisaron desde el gremio en un comunicado en el que agregaron que "84 empleados tienen afección en la pleura y seis desarrollaron cáncer por exposición a asbesto".
"Ya desde 1991 el Gobierno nacional dictaminó que hay que usar medidas de protección para estar menos expuesto al asbesto y desde 2003 hay una ley nacional que prohíbe todo trabajo en ambientes confinados con asbesto. Es un tema de salud pública porque es un medio de transporte masivo donde uno no debería estar expuesto a un material cancerígeno", advirtió en este sentido el secretario de Salud Laboral.
Del otro lado argumentan que el proceso de desabestización está en marcha y que los y las trabajadoras no corren riesgo. Emova asegura que la Dirección de Protección del Trabajo de la Ciudad dictaminó que "las condiciones son adecuadas para el desarrollo de la actividad" y que "los niveles de concentración máxima permisible de fibras de asbesto no superan los límites establecidos en la normativa vigente". También sostienen que continúan con el proceso de retirar el asbesto en el marco de una Comisión de Asbesto.
"Lo que han sacado hasta ahora es porque estamos reclamando y luchando, pero ellos desde 2003 tendrían que haber empezado a sacarlo y decirnos que había asbesto en nuestros lugares de trabajo", respondió Ledesma. El trabajador del subte agregó que la presencia del material peligroso fue confirmada por "expedientes en el Ministerio de Trabajo, por una junta de especialistas del Hospital Británico, por la Defensoría del Pueblo y por la Justicia". Desde la AGTSyP agregan que no existe un plan formal de desasbestización con presupuesto específico designado.
Por la mañana del lunes, el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, dijo en declaraciones a Radio Mitre que los y las trabajadoras del subte "están buscando extorsionar a través de estos métodos". El funcionario ratificó la versión de la empresa y aseguró que "estamos trabajando hace más de cinco años en un programa de desasbestización".
También confirmó que Emova descontó partes de los salarios de los y las trabajadoras y fue aún más allá: "Se envían telegramas a los domicilios para intimarlos a que vuelvan al trabajo y se van a ir aplicando sanciones más severas si esto persiste", aseguró. Sobre esto, Ledesma respondió a este diario que "lo que hace la empresa es descontarnos el salario por reclamar no morirnos".