Walter Bishop de Fringe (John Noble). Toda serie conspiparanoica necesita de un genio maldito. Este bicho de laboratorio reunía todas las condiciones para ser el científico loco querible y malévolo definitivo. De gran coeficiente intelectual, culpable de algunas muertes producto de sus investigaciones, cantaba mientras resolvía problemas, charlaba con Dios y podía considerar a los demás simples conejillos de indias. Mucho peor –¿o mejor?– era su némesis, el Walter exitoso que vivía en el universo paralelo de la entrega.
Este es un contenido original realizado por nuestra redacción. Sabemos que valorás la información rigurosa, con una mirada que va más allá de los datos y del bombardeo cotidiano.
Hace 37 años Página|12 asumió un compromiso con el periodismo, lo sostiene y cuenta con vos para renovarlo cada día.