A nadie se le ocurriría combatir el crimen sin saber qué delitos se cometen. ¿O sí? Por supuesto que sí: a los demagogos del Código Penal. Esa gente que no busca entender la realidad para cambiarla. Solo quiere aprovecharla y ganar votos. Los facilistas de la pena trabajan siempre igual. Usan un crimen de impacto masivo para demostrar que ese crimen es el más frecuente. Y no importa si, por ejemplo, el homicidio intencional en ocasión de robo viene bajando en la estadística. No importa si lo que aumenta es el femicidio. O el asesinato entre conocidos. Con un caso basta para generar histeria y, si es posible, aproximarse al premio mayor: la baja de la edad de punibilidad de los chicos. Un modo de convertirlos en el chivo expiatorio de todos los males. Sobre todo si usan gorrita.
Los docentes de la provincia de Buenos Aires recibieron estos días la convocatoria a una huelga de dos días, 17 y 18. La firma la Agrupación Docente Estatal Verde Roja en la Multicolor. Entre críticas al acuerdo paritario que alcanzaron los gremios y el gobierno figura un slogan: “Basta de violencia en las escuelas”.
No hay datos. No aclara el slogan si se trata de violencia de chicos contra chicos o de docentes contra chicos. ¿O estarán hablando de casos --que son poquísimos, según indicios, aunque sin estadística no puede afirmarse nada seriamente-- de agresión de chicos a docentes? Las tres situaciones pueden tener existencia real. Como explicó Javier Auyero en un libro magistral de 2013, La violencia en los márgenes, “la agresión física interpersonal de manera directa” está relacionada con la desproletarización, la degradación de las condiciones de vida y la informalización, todo eso sumado a un Estado contradictorio y patriarcal. Policía Bonaerense incluida.
¿A qué situación se refiere la frase “violencia en las escuelas”? ¿Y qué harán el Estado, los docentes y sus gremios? ¿Focalizarán su atención en los casos realmente graves? ¿O se dejarán arrastrar por una consigna que merece haber sido creada por Javier Milei, el rey de los vouchers? Si los alumnos son un enemigo a combatir, no hay mejor forma de terminar con la violencia en las escuelas que vaciarlas de chicas y chicos. A Milei le encantaría.