Por primera vez en su historia, Turquía resolverá en segunda vuelta quién regirá los destinos del país. Luego de una jornada electoral llena de acusaciones de manipulación entre oficialismo y oposición, la Comisión Electoral confirmó que el presidente islamista Recep Tayyip Erdogan logró el 49,5 por ciento de los votos, cuatro puntos más que su rival socialdemócrata, Kemal Kilicdaroglu.
Erdogan está en el poder en Turquía como primer ministro o presidente desde 2003. Las cifras logradas por el mandatario desmintieron las encuestas que lo ubicaban a la par de Kilicdaroglu, de 74 años, y atribuían esa baja a la grave crisis económica e inflacionaria, así como a las críticas por la tardía respuesta al terremoto que en febrero se cobró más de 50 mil vidas.
De cara a la segunda vuelta del 28 de mayo, Erdogan parte con una ventaja de 2,5 millones de votos sobre Kilicdaroglu. El candidato opositor, de 74 años, pidió este lunes a sus partidarios que no se desesperen y prometió que ganará las elecciones. Su partido, el CHP, acusó el domingo a los medios de comunicación oficialistas de manipular y retrasar la publicación de los datos, y prometió un vuelco electoral que, finalmente, no llegó.
En el resultado del 28 de mayo influirá mucho el destino de los casi tres millones de votos que sacó el tercer candidato presidencial, el nacionalista Sinan Ogan. "Consultaremos con nuestra base de votantes nuestra decisión en la segunda vuelta. Pero ya dejamos claro que la lucha contra el terrorismo y el envío de refugiados son nuestras líneas rojas", dijo este lunes Ogan.
El político ultranacionalista dejó trascender que recomendará a sus seguidores que voten por el candidato que garantice la proscripción del Partido Democrático de los Pueblos, que defiende los derechos de la minoría kurda. Es difícil prever cómo votarán los partidarios de Ogan, ya que entre ellos hay nacionalistas con posturas cercanas a Erdogan en el tema kurdo, pero también laicos opuestos al islamismo del actual presidente.