El exministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro, declaró en la octava audiencia del juicio por el crimen de Lucas González. En su primera aparición tras renunciar a su cargo, D’Alessandro declaró como testigo y dijo no haber tenido responsabilidad “operativa” en los hechos que ocurrieron mientras él era ministro: aseguró que sólo era el “jefe político” de la Policía porteña y que como tal puso las pruebas recabadas “a disposición de la Justicia desde un primer momento”. Sobre el accionar del personal de brigada imputado por el homicidio agravado, consideró que cometieron “irregularidades graves” en un "caso gravísimo", aunque luego de la audiencia defendió a la fuerza que comandaba hasta su renuncia: "No es toda la institución policial", sostuvo.
D’Alessandro ingresó a la sala del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°25 a las 10.15 de la mañana. Vestía traje gris, corbata negra y camisa blanca. Tenía, todavía, la apariencia de un ministro, y el juez Hugo Navarro, presidente del Tribunal, le preguntó cuál era su función aquel 17 de noviembre del año 2021. “Al momento de los hechos era ministro de Justicia y Seguridad”, respondió. El interrogatorio lo comenzó el abogado de la querella, Gregorio Dalbón, quien le pidió que se explayara sobre lo que recordaba de ese día, cuando "estaba a cargo de la Policía", y D’alessandro se apuró a aclarar: “Mi rol era de jefe político, no de jefe operativo”.
El exfuncionario dijo que se enteró de que algo había ocurrido en Barracas cuando estaba por subir al palco en un "evento de la Policía". Ese dia, a la misma hora en que la brigada de Gabriel Isassi, Juan José Nieva y Fabián López baleaba el auto en el que viajaban Lucas y sus tres amigos, en Costanera Sur comenzaba a celebrarse el quinto aniversario de la creación de la Policía de la Ciudad. "El jefe de la Policía me lo comenta, cuando son hechos de relevancia estamos encima. En este caso hubo una noticia y a medida que fueron transcurriendo las horas actuó la Oficina de Transparencia", contó D'Alessandro, quien precisó que la primera "noticia" que le llegó fue que "supuestamente había habido una persecución y que en un enfrentamiento había sido abatido un delincuente".
Según el exministro, la Oficina de Transparencia realizó entonces el relevamiento de cámaras para reconstruir la secuencia desde que la brigada comienza a perseguir a la Surán de los chicos hasta que los intercepta llegando a la esquina de Luzuriaga y Vélez Sarsfield. "Vemos que no se estarían dando los presupuestos necesarios que tiene una brigada para actuar, por eso de forma inmediata pusimos todo a disposición del juez actuante", aseguró D'Alessandro. "¿Con qué no se cumplió?", preguntó Dalbón. "Con la identificación y el balizamiento que necesita tener una brigada al momento de actuar", respondió el exministro, que agregó que "no había una situación de peligro que amerite una maniobra como la que se desarrolló" y señaló que las imágenes "mostraban irregularidades graves" en lo que consideró un "caso gravísimo".
La declaración de D'Alessandro duró poco más de una hora. Un tiempo importante transcurrió con una discusión entre las partes, luego de que las defensas rechazaran el pedido de Dalbón de escuchar la llamada en que, unos veinte minutos después de los hechos, el comisario Rodolfo Ozán dice al comisario Fabian Du Santos, ambos imputados en la causa, que la bala "le voló el frasco" a Lucas y pide "emprolijar esta cagada". Finalmente el tribunal accedió a pasar el audio. "¿Qué interpreta por 'el frasco'?", consultó Dalbón. "Eso es una terminología que puesta en este contexto suena espantosa, pero no creo que haya una animosidad al momento de hablar". Sobre "emprolijar esta cagada", dijo que esa expresión no se justifica "bajo ningún concepto".
El exministro aseguró no haber tenido comunicación con ninguno de los comisarios y subcomisarios acusados de intentar encubrir el crimen. Allí, el fiscal Guillermo Pérez de la Fuente quiso indagar un poco más: "Usted dijo que era el jefe político y en este juicio tenemos a varios jefes acusados por encubrir. ¿Se preguntó cómo pudo ser que nos encontremos con que jefes de la Policía no hayan hecho otra cosa más que encubrir?", preguntó generando objeciones de los defensores que fueron rechazadas por el tribunal. Finalmente, D'Alessandro contestó que "a nivel jerárquico ellos hablan con sus superiores, no tuve comunicación con ninguno de ellos y todos los elementos que teníamos los pusimos a disposición de la Justicia".
La balacera policial ocurrió alrededor de las 9.40 del 17 de noviembre y Lucas falleció al día siguiente, pasadas las 16, en el Hospital El Cruce de Florencio Varela. Hasta entonces, la única versión que se había difundido sobre los hechos hablaba de un "enfrentamiento armado". Recién tras la confirmación de la muerte, el entonces ministro brindó una conferencia de prensa en la que condenó lo ocurrido y sostuvo que "nos van a encontrar defendiendo al policía que hace las cosas bien, que es la mayoría, pero seremos inflexibles ante los policías que actúen fuera de la la ley".
Al salir de la sala de audiencias, D'Alessandro ratificó su teoría de las manzanas podridas. En rueda de prensa calificó el accionar de la brigada como "aberrante", aunque se preocupó por defender a "los hombres y mujeres que todos los días ponen el cuerpo para cuidarnos". "¿Existen malos policías? Sí, por supuesto, son los menos igual que en cualquier profesión", dijo, y agregó que "no es toda la institución policial".