Juan José Villazón y Claudia Campos, padres del líder de la banda de Los Salteños, fueron condenados a dos años y medio de prisión por amenazar a familiares de Máximo Jerez, el niño de 11 años asesinado en marzo pasado en Los Pumitas. Según se les atribuyó, el delito fue cometido con el propósito de obligar a las víctimas a no colaborar con la investigación fiscal.
Ambos fueron sentenciados en el marco de un acuerdo que fue avalado por el juez Gustavo Pérez de Urrechu, tras la imputación que hizo la fiscal María de los Ángeles Granato por el delito de amenazas coactivas en calidad de coautores y tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil ambos hechos en concurso real.
Los que les endilgó la fiscal es haber amenazado a un familiar del niño Máximo Jerez (víctima de homicidio, horas antes), "con el propósito de obligar a la víctima que no colabore con la investigación fiscal por el crimen y las lesiones de otros tres menores de 13 y 2 años ocurrida horas previas" durante la balacera en Empalme Graneros.
Máximo y sus tres primos -que también resultaron heridos- no eran el blanco del ataque. Las balas buscaban a una persona vinculada con la banda de “Los Salteños”, liderada por Cristian Carlos Villazón, condenado a 15 años de prisión por un triple crimen de una familia. El móvil del ataque sería un conflicto entre las organizaciones criminales de esa zona.
Por el homicidio ya fueron imputados dos hermanos como coautores. También una mujer y sus dos hijos fueron acusados de encubrir el hecho por guardar en su casa el auto utilizado en el crimen.