Diálogo a las ocho de la noche del 16 de mayo con Carlos “Carli” Bianco, jefe de Asesores y mano derecha del gobernador Axel Kicillof:
--¿Y ahora, después de la confirmación de Cristina, qué?
--Después de Cristina, Cristina. Es decir, lo que defina Cristina.
--¿Textual?
--Textual.
Y aquí viene el resto del diálogo.
--¿Ustedes insisten en que Kicillof está en condiciones de ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires?
--Sí. Para ser candidato y para ganar las elecciones, doble condición necesaria para que Axel sea otra vez gobernador, se precisan dos cosas. La primera, apoyos políticos para ser candidato. Recuerdo muy bien la explicación que dio Cristina cuando decidió que no sería ella la candidata a la Presidencia en 2019. Explicó que no tenía el apoyo de todos los sectores.
--¿Y Kicillof lo tiene para su candidatura a gobernador?
--Kicillof tiene el apoyo de todos los sectores. Por ejemplo, ya se pronunciaron a favor de su candidatura la Central de los Trabajadores Argentinos, la CTA Autónoma, distintas regionales bonaerenses de la Confederación General del Trabajo y decenas de importantes gremios nacionales. Piden abiertamente la reelección del gobernador. Lo mismo las organizaciones sociales. Tanto los dirigentes del Movimiento Evita como los de Barrios de Pie me lo dijeron a mí personalmente. Lo mismo muchas centrales de cooperativas, que son muy importantes en la Provincia. Los partidos del Frente de Todos. Y más de 40 intendentes de nuestro espacio. Eso forma una enorme mayoría que se expresó por la candidatura.
--¿Segundo paso?
--El segundo paso es la formalidad de la candidatura. Hoy el único candidato es Axel. Es el candidato natural por una cuestión sencilla: si la cabeza del Poder Ejecutivo hace un buen gobierno y tiene la chance de reelegir lo más lógico es que lo haga. Luego, por supuesto, hay que tener los votos. Según todas las encuestas, las públicas y las no públicas, Axel es el candidato individual con mayor intención de voto.
--Kicillof le viene abriendo cada vez más la puerta a la posibilidad de desdoblar las elecciones provinciales y convocarlas en una fecha distinta del 22 de octubre, cuando serán las nacionales. ¿Esa eventualidad sigue en pie?
--El desdoblamiento se va a definir después del cierre de listas, analizando la situación y pensando en qué es lo mejor. El peronismo tiene un ejemplo histórico de elecciones propias en la provincia de Buenos Aires: las de 1962, con Andrés Framini de candidato.
--Pero Arturo Frondizi, que era presidente, intervino Buenos Aires y todas las provincias donde ganó el peronismo.
--Por supuesto. Y después los militares lo derrocaron. Me refiero a que hay un símbolo histórico de triunfo peronista en la Provincia. Y también quiero recordar que Framini ganó esas elecciones.
--En los últimos días el gobernador empezó a utilizar argumentos federalistas. ¿Es preparación del terreno para desdoblar?
--Lo hace desde que asumió, pero no me escapo de la pregunta. Es una señal de debilidad de la provincia de Buenos Aires que no haya tenido la autonomía, la soberanía y la impronta federal suficientes como para decidir sus propias elecciones.
--El PRO lo refuta. Dice que es una especulación del peronismo para evitar el debate nacional.
--Nadie se rehuye a debatir nada. Estoy hablando de elecciones. Es estratégico poner en valor a la provincia de Buenos Aires y a sus particularidades. Discutamos todas las cuestiones macro, pero no veo por qué no se puede discutir la situación provincial. ¿Por qué tenemos que votar solo la cuestión macro y la situación nacional sin tener en cuenta lo que pasa en la Provincia?
--¿Tienen fecha tope para resolver si desdoblan o no?
--El 24 de junio como máximo es la fecha clave del calendario electoral. Después puede tomarse la decisión final y, en caso de que el gobernador lo decida, porque legalmente puede hacerlo, fijar una fecha de elecciones provinciales.
--¿Por qué los dirigentes peronistas repiten que se precisa un programa de campaña pero no lo hacen?
--Axel no tiene programa de campaña pero sí de gestión para los próximos cinco años. Se llamaba Seis por Seis. Seis años de María Eugenia Vidal y, ya con nuestro gobierno, de pandemia. Los otros seis son dos años nuestros sin pandemia y luego cuatro más para completar la reconstrucción. Ese plan no solo está escrito y es público. Funciona. Están marcadas todas las líneas estratégicas con objetivos, metas y herramientas hasta el final del mandato y para los otros próximos cuatro años. ¿Qué es una política de Estado? Una política de gobierno que perdura. En su momento algunos interpretaron que el plan Seis por Seis se hizo como marketing para lanzar la reelección del gobernador. No es así. Cuando llegamos a La Plata en 2019 no había políticas de Estado, pero ni siquiera de gobierno. Un ejemplo: el Banco Provincia casi no daba créditos productivos.
--¿Y cuándo estará el programa de campaña, ya no el de gestión?
-Cuando se definan las candidaturas. Hoy tenemos una campaña de gestión y una acción de gestión de programas y herramientas, en todas las áreas. Con el gobernador inaugurando obras, creando centros universitarios, entregando escrituras, extendiendo las rutas y garantizando el mantenimiento, y construyendo escuelas. La marca de agua de la gestión es el derecho al futuro. Para nosotros está claro que los problemas estructurales y las necesidades del pueblo, como dijo Evita, son derechos. Y garantizar el ejercicio de los derechos es obligación del Estado.
--El peronismo cada vez habla más abiertamente contra Javier Milei. ¿A quién calculan que podría sacarle más votos?
--En general le quita más votos al PRO que al Frente de Todos. Hablo de votos que uno puede pensar que normalmente irían al Frente de Todos, claro. Son jóvenes o adultos en su primera etapa de adultez, varones, de clases populares. Esto en las encuestas y en los focus. Hay que ver si después eso se concreta en el momento de votar. Las encuestas indican que nuestro espacio tiene una intención de voto similar a la del 2021. Que Juntos por el Cambio perdió caudal de votos. En algunos distritos, hasta 15 o 20 puntos. Y no solo a expensas de Milei sino también por la incidencia de José Luis Espert y de Fernando Burlando. Es clave el fenómeno del voto bronca y el voto castigo por la falta de algunos resultados que tienen que ver con la inflación o los ingresos. No es un voto ideológico, ni de derecha ni libertario. La escuela austríaca en economía es una antigüedad que por otra parte nunca llegó a ser significativa. Y ningún economista importante hoy en el mundo la reivindica.
--Publicamos una encuesta de Trespuntozero sobre la fantasía de ganar en dólares.
--Es que Milei quiere instalar la fantasía de el que gane en dólares ganará más. Que conservará o aumentará su poder adquisitivo. Pero aunque se pudiera hacer si nos sobraran reservas, no podemos perder la soberanía monetaria. No hay ningún país del mundo con el tamaño de la Argentina que haya dolarizado su economía, porque después las políticas económicas quedan supeditadas a la disponibilidad de dólares de manera todavía más aguda que hoy. Dicho esto, la verdad es que recorro mucho la Provincia y nunca escuché a nadie hablar de dolarización mientras jugaba ajedrez en una plaza. Igualmente, no minimizo las ideas locas, porque pueden terminar generando pesadillas.
--¿Qué recogen ustedes en las plazas?
--Invito a cualquiera a que lo siga a Axel y escuche. La gente le dice: "No te vayas de la Provincia, que te necesitamos cuatro años más". El comentario general del pueblo, de la gente común, lo puedo resumir así: la situación es compleja pero ustedes están bien.
--¿Kicillof rechaza ser candidato a la Presidencia?
Para nada. El gobernador no está embarcado en ningún proyecto personal. Hará lo que decida nuestro proyecto y lo que decida Cristina. Recorre la Provincia. Junta votos en la Provincia para sostener el proyecto en la Provincia y para aumentar el caudal de votos a nivel nacional. Y a la vez es el candidato natural, el que mejor mide en las encuestas y el que lleva adelante la política sobre todo en tres áreas que, más allá de la ayuda productiva del Bapro, dependen de nosotros: seguridad, educación y salud.