Dolores Alcatena (@dolores.alcatena en Instagram) es una ilustradora de 24 años, docente de historieta e ilustración en la escuela Da Vinci, estudiante de Bellas Artes y creadora de historias oscuras –y dulces a la vez– sobre temas que la atraviesan. En abril de este año lanzó su último libro Las locas, con su sello autogestivo Jano Comics, una historia sobre una hiena llamada Namomo y la marginación de un mundo que ve en las hienas criaturas horribles.
El mes pasado salió a la venta su último trabajo Las locas, una historia sobre la marginación y la fealdad, retrata el universo de las hienas, que para ella “tienen todas las fichas para ser un animal re gustable, son inteligentes, tienen sociedades enormes, son re compañeras, se reconocen entre primas, hermanas, todo desde la mujer porque son bichos matriarcales, pero el mundo no las quiere porque son feas” explica también que si esas mismas actitudes estuvieran en un animal más “lindo” tendrían un lugar diferente en el imaginario universal. La historieta de casi trescientas páginas retrata el crecimiento de la protagonista desde que es una cachorra hasta que se vuelve adulta y navega entre distintas temáticas como la monstruosidad, los sentimientos profundos y la mitología.
Hay unas viñetas en el cómic que retratan a Namomo, la protagonista, diciéndole a su mamá “Mamá… ¿por qué dicen que somos feas? Vos sos hermosa” y la madre ríe y le responde que ellas nunca serán lindas, nunca serán como el león con esa corona de sol ni como el delicado antílope y procede a contar el mito fundacional de las hienas.
Las hienas, las primeras hermanas
Las locas cuenta una historia de comunidad, unión, de lucha, de dignificación, de risas y de marginalidad, una historia de fortaleza y cariño sobre un grupo apartado por su manera de verse. Vemos la evolución de Namomo y todo lo que tiene que atravesar: amor, pérdidas, resignificar relaciones, la soledad, entre otras situaciones que ponen en jaque a nuestra protagonista.
“Yo concibo todo a través de la escritura” dice la ilustradora que cuenta ya con varios libros bajo su autosello, como ella le llama. Dentro de sus intereses se encuentran la lectura y el cine, entre sus escritores favoritos están Mariana Enriquez, Tolkien y Mervyn Peake, consume mucha prosa e historietas de los géneros del terror y la fantasía. Explica que a ella lo que más le moviliza, tanto en literatura como en cine, que es a la vez lo que más le interesa explorar en sus libros, más allá del género, es la expresividad, el mundo interno y los sentimientos. Dibuja y hace historietas desde siempre, recuerda de chica haberle regalado a su papá una historieta sobre un troll que era bueno.
Asistió a la Escuela Superior de Educación Artística en Artes Visuales Rogelio Yrurtia donde aprendió nuevas técnicas para trabajar como los procesos de grabado y de escultura y cuenta: “cuando terminé el secundario ni siquiera lo pensé, era el paso obvio, ahora hay que sacar fanzines”. Su primer fanzine se llamó "Imperfecciones" y contenía tres historias cortas, la primera era sobre un Kelpie (nombre escocés otorgado a un espíritu del agua capaz de cambiar de forma, suelen estar cerca de cuerpos de agua y destacan por su belleza) que cuando lo tocás, te tira al agua y se tira él también y allí se revela su verdadera forma. La segunda historia la hizo a partir de un poema dadaísta que había escrito que decía “ los objetos distantes del mundo, amor también” y la historia era sobre un niño en un mundo lleno de escaleras; y la última es una historia “darks” en sus palabras, que trataba sobre un bicho deforme que estaba en un circo y era el monstruito del mago “era como un freak, el mago lo maltrataba” explica, un día el mago llega con un nuevo freak con la forma de un gatito con cabeza de bebé y el bicho intenta salvarlo para que no sufra lo mismo que él.
“Siempre fui muy de la idea de trabajar sola y tampoco esperar a que venga alguien a descubrir tu trabajo así que después de varios fanzines surgió el deseo de tener un sellito y me parece lindo que todos los libros tengan el mismo loguito en una esquina” relata la ilustradora sobre su sello Jano Comics. Las historias de Dolores comenzaron a ser cada vez más largas y la abrochadora no lograba su cometido con tantas hojas así que se registró en el sistema como autora y ahí llegó Lovecraft y Negrito que fue su primer proyecto más largo que cuenta la historia del autor (al que se refiere como Howard) y la razón por la que escapa su gato de la infancia.
Luego edito libros como Las hijas de Zenda, Quetzalli, sobre la historia de una vampira azteca, Manos Horribles fue su siguiente obra que trataba sobre unos dinosaurios (revela que los ama y que fue una excusa para dibujarlos) y el comienzo del chamanismo. Otra de sus creaciones es El Fuego Que Purifica que trata sobre unas brujas a las que se refiere como sabias y sobre la religión, explica: “fue como una catarsis y un resignificante de la religión en mi vida, yo soy atea de todas maneras, pero cuando era chica fui a una primaria católica, si bien ahora puedo hacer la distinción entre la religión y las instituciones, a mí me habían quedado cosas sin cerrar”. El libro trata la historia de una nena llamada Arro que es hija de una sabia y a medida que crece queda expuesta tanto al punto de vista de las sabias como al de los rabadanes (que vendrían a ser los curas de este universo) y así se va dando cuenta de que las cosas no son tan blanco y negro.
Pueden seguir a la escritora en redes y especialmente en Instagram donde sube las fechas en las que pueden encontrarla feriando sus fanzines, libros y sus esculturas.