Las multas por daños ambientales incrementaron un 90% durante los primeros cuatro meses del gobierno de Lula da Silva en Brasil en comparación al mismo periodo del año pasado. 

En lo que va del año el Estado recaudó 322 millones de dólares a través de infracciones a empresas y personas daños al medio ambiente.

El Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) informó que entre enero y abril de 2023 aplicó 6.140 infracciones a personas físicas y jurídicas. Esto representó un total de 1.591 millones de reales en multas (322 millones de dólares).

Durante el mismo periodo pero de 2022 el Ibama emitió 3.950 sanciones y recaudó 169 millones de dólares.

Multas millonarias por dañar el ambiente

El organismo ambiental indicó que las multas también son superiores a las impuestas en 2021. En ese año el Ibama aplicó multas por 550 millones de reales (112 millones de dólares) y en 2019 por 924 millones de reales (186 millones de dólares).

La multa más grande fue por más de tres millones de dólares para la empresa ferroviaria Rumo Malha Oeste, del grupo Cosan, propiedad de Rubens Ometto, conocido por financiar campañas electorales en 2022.

Rumo Malha Oeste fue multada por irregularidades en el descarte de rieles de hierro en el arroyo Piraputanga, en el municipio de Corumbá, estado de Mato Grosso del Sur, según consigna el diario Folha de Sao Paulo.

Bolsonaro había anulado multas a empresas mineras

El gobierno de Lula revalidó miles de multas ambientales que el expresidente Jair Bolsonaro había anulado durante su gestión (2019-2022). En total, las multas revalidadas por gobierno brasileño representan más de 29.000 millones de reales  (unos 5.577 millones de dólares).

La mayoría de las multas revalidadas fueron impuestas a ganaderos, agricultores, empresas madereras y mineras que dañaron áreas protegidas, incluyendo en la Amazonia brasileña.

Las autoridades ambientales de Bolsonaro anularon las sanciones económicas en los casos en que los multados no fueron notificados personalmente. En ese momento incluso la Fiscalía advirtió que esta decisión anularía 183.000 multas ambientales, casi el 84% de las impuestas por el Ibama.

Además de invalidar multas ambientales, el gobierno del expresidente Jair Bolsonaro también suspendió la financiación del Fondo Amazonia, un mecanismo impulsado por Noruega y Alemania.

En las últimas semanas, Noruega confirmó que volvía a reactivar el Fondo Amazonia. Además, durante la visita de Lula a Londres para la coronación de Carlos III, el presidente brasileño habló con el primer ministro Rishi Sunak, quien le hizo saber que el Fondo también contará con la financiación del Reino Unido.

En lo que va del año Brasil logró reducir la deforestación de la Amazonia en un 67,9% en comparación con el mismo periodo de 2022.