La Justicia de Santa Fe ordenó la prisión preventiva de los dos hermanos imputados por el delito de explotación sexual de Mónica Estefanía Aquino, la mujer de 29 años que tiene cuatro hijos y está desaparecida desde el 5 de mayo pasado. "Los imputados generaron el contexto propicio para la desaparición de Aquino”, expresaron desde Fiscalía. Al tiempo que continúa la búsqueda de paradero de Mónica y tras haber imputado a su expareja y su excuñado, la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas) hará lo propio este viernes con la madre de ambos, detenida el martes. Ayer, familiares y allegados de Mónica se congregaron frente a los Tribunales Provinciales de la ciudad capital.
Según se indicó desde Fiscalía, uno de los investigados era pareja de Mónica, y cuenta con antecedentes penales. Junto a su hermano, quedaron ayer en prisión preventiva por decisión del juez Luis Octavio Silva, mientras avanza la investigación que busca dar con la mujer, que está siendo intensamente buscada.
Para Fiscalía, "los imputados generaron el contexto propicio para la desaparición de Aquino”. En tal sentido, se hizo referencia a varias hipótesis sobre el posible paradero de la mujer y se aseguró que “diferentes equipos policiales están trabajando arduamente para a ubicar a la víctima”.
Además, se indicó que “los imputados hicieron declaraciones que se contradicen con testimonios brindados por allegados a Aquino”. Tanto la expareja de la mujer, como su madre, -que será imputada mañana-, expresaron que la relación de pareja entre él y la víctima había terminado hace meses, pero hay indicios de que no fue así”.
En ese sentido, desde Fiscalía se indicó que “con el grado de certeza necesario para esta etapa del proceso judicial, hay elementos suficientes para demostrar que, al menos durante los últimos seis años, Aquino estuvo en circunstancias de extrema vulnerabilidad que los investigados acrecentaron”. Como indicó ayer este diario, “la mujer sufría violencia de género sistemática por parte del imputado de 30 años, quien vigilaba todos sus movimientos, le impedía contactarse con su familia de origen, la amenazaba con matarla a ella y a sus seres queridos y la sometía a golpizas constantes”.
La investigación da cuenta de que “los hechos fueron cometidos entre 2017", en relación a que “el hombre que fue la pareja de Aquino la obligaba a intercambiar sexo por dinero con personas indeterminadas, en la esquina de San Lorenzo y Amenábar y en la de Moreno y Urquiza de la capital provincial”. Al respecto, se subrayó que “tanto él como su hermano, le sustraían a la mujer el total de lo que recibía como pago por su actividad sexual”.