Luego de que el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretara la disolución de la Asamblea Nacional, países y líderes de la región reaccionaron a la decisión que implica la celebración de nuevas elecciones generales en pocos meses. Estados Unidos afirmó que su relación con Ecuador se mantiene fuerte después de que Lasso anunciara la "muerte cruzada" alegando una grave crisis política.
"Nuestra relación bilateral con el gobierno de Ecuador y con el pueblo ecuatoriano permanece fuerte", afirmó el vocero adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, en conferencia de prensa. Patel ofreció su apoyo a "las instituciones y a los procesos democráticos de Ecuador", y expresó su respeto "a la voluntad del gobierno y del pueblo ecuatoriano".
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tampoco mostró preocupación sobre la situación en Ecuador. "No creo yo que haya inestabilidad y además no lo deseo. Ojalá los hermanos ecuatorianos puedan resolver esto así, con este procedimiento. Si se va a convocar a nuevas elecciones, pues que participen todas las fuerzas políticas", dijo López Obrador durante su habitual conferencia de prensa.
Desde el sur del continente, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, criticó al mandatario ecuatoriano. "Para evitar un proceso por corrupción, Guillermo Lasso cierra el Congreso de Ecuador con la excusa de 'conmoción interna'. Hace cinco meses acusó de golpista al hermano Pedro Castillo (expresidente de Perú) que hizo lo mismo pero para frenar una conspiración. Doble moral de la derecha sometida al imperio", sostuvo Morales en su cuenta de Twitter.
En tanto el actual gobierno de Perú, liderado por Dina Boluarte, expresó en un breve comunicado su apoyo al exbanquero ecuatoriano por una medida adoptada "dentro del marco constitucional". La Cancillería peruana agregó que desea que las elecciones generales "permitan al pueblo ecuatoriano asegurar el mantenimiento de la gobernabilidad política y la paz social".
El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren, dijo por su parte que el gobierno de Gabriel Boric está "siguiendo con mucha atención lo que está sucediendo" y remarcó que "hay un orden constitucional que está vigente en Ecuador".