El Dipy tiene 45 años, nueve discos entre bandas y su perfil solista, varios escándalos acumulados a nivel televisivo en un tiempo corto de mucha exposición y ahora, una sorpresiva propuesta electoral por parte del espacio libertario conducido por Javier Milei, que lo quiere llevar de candidato por su espacio en La Matanza.
Es el único hijo de Nilce y Cacho. Tras varias mudanzas, creció en el barrio de La Tablada, en La Matanza, donde ahora el economista libertario le propuso ir como candidato a intendente. Si bien su madre quería que fuera abogado, empezó a hacer música de joven y se ganó la vida como DJ en las fiestas de la zona.
A sus 29 años, en 2006, David Adrián Martínez tuvo dos momentos que le marcaron la vida. Con su banda, El Empuje, sacó su primer disco “Cumbia Cha Cha” y llegó a la pantalla chica con Pasión de Sábado. Este mismo año adoptó el apodo que lo haría popular, “El Dipy”.
Martínez —que se hizo cada vez más viral y popular no sólo por su música, sino también por sus polémicos mensajes políticos en las redes sociales en plena pandemia, siempre con un discurso antipolítica en el que sólo enmascaraba críticas al kirchnerismo — asegura que no sabe por qué le dicen El Dipy. Fue un apodo que le puso su tío cuando era chiquito y nunca llegó a preguntarle la explicación.
Insultos, descalificación y odio a Cristina y Alberto
En los últimos tres años la exposición pública del cantante de cumbia creció como nunca. Se transformó en recurrente invitado de programas de TV opositores, donde recibía el trato de un analista político o un consultor económico. Allí, desplegó críticas, muchas de ellas agresivas, con insultos y ataques, en especial a la figura de Cristina Kirchner y Alberto Fernández.
"El argentino es muy boludo, siempre le entra un poquito más; esta vez, no. Esta gente no quiere que vos te eduques, que seas un poquito inteligente, porque no los votan más, no los doman, no les pueden meter cosas en la cabeza. Traeme trabajo, no me des bolsas. El otro día a Alberto una mujer no le pidió laburo, le pidió un IFE. ¿Cómo hacés para no laburar? No puedo entender cómo la gente vota a esta gente que son multimillonarios y culpables de su pobreza", disparó años atrás en una nota televisiva.
En otra ocasión, calificó a Cristina como una "una genia, la mejor política de este país, para el mal". "Si fuera para el bien estaríamos en Dinamarca. Ella lo puso a (Axel) Kicillof: no puedo creer cómo los bonaerenses votaron esto". Otra vez: "Los políticos son todos iguales. Alberto era el mayor crítico de Cristina y cómo podés creer en esa gente que para entrar al poder te dijo: “Vamos a correr a los ñoquis de La Cámpora”.
La infancia y la idea de la "cultura del trabajo"
En La Matanza no tuvo una infancia sencilla. Según contó, sus padres llegaron a Buenos Aires de un pueblo de Entre Ríos “con una mano atrás y otra adelante” y tuvieron una vida “de prestado y en la calle”. Desde este lugar habla Martínez, contando la particular historia de superación de sus padres, a quienes asegura que admira.
Particularmente, de su padre asegura que aprendió la "cultura del trabajo", cuando una vez, de chico, se quería comprar un pantalón y lo hizo ayudar al vecino a levantar su casa para conseguir la plata necesaria para los jeans de moda.
Además, esto mismo hizo que, tras terminar la primaria, nunca iniciara la educación superior. “Yo no hice secundario porque tuve que salir a laburar. Porque por más que era chico, quise ayudarme a mí y ayudar a mis viejos”, contó.
A nivel político aseguró que estaba “descreído” con todos los partidos desde 1983. “Cuando están en la oposición tienen toda la solución y cuando están en el gobierno, ninguna”, criticó. Sin embargo, desde hace varios meses que venía reuniéndose con el autoproclamado “anticasta”, que hoy se perfile como potencial socio y nunca se lo vio compungido al buscar fotos con Mauricio Macri o Patricia Bullrich.