Martín “El Gnomo” Reznik dice que se reencontró con el oficio de cantor estando de viaje, lejos de Buenos Aires y su desbordante oferta cultural. Ese oficio que “sabe abrazar placer y dolor”, como cantaba Palo Pandolfo. En 2020, estaba algo agotado de las limitaciones del trabajo autogestivo y decidió viajar un tiempo por México en plan músico errante. No tenía pensado quedarse mucho tiempo allá, pero llegó la pandemia y se terminó quedando dos años. Tocó en hoteles, bares, restaurants y en la calle. 

“Me hizo crecer mucho el hecho de tocar y cantar todos los días, ganarme la vida con eso, ejercitar el músculo y aprender todo tipo de repertorio, porque estuve haciendo desde covers de rock nacional hasta rock de los setenta, boleros, jazz, tango y bossa nova”, cuenta Reznik, ya de regreso por estos pagos y reactivando la banda que lidera: El Gnomo & La Filarmónica Cósmica.

“Es algo que lo pensé y lo busqué también porque acá es muy difícil hacer eso, entonces necesitaba poder cantar y tocar todos los días, no me alcanzaba con hacer tres conciertos por año”, amplía el cantante, guitarrista y compositor. “Yo me re desconecté todo este tiempo de escenas musicales, porque estuve trabajando en otros espacios, también como una necesidad de poder descansar un poco de ese personaje que uno necesariamente cuando construís una carrera o un camino musical necesitás alimentarlo, y más en estos días en los que todo se vuelve más independiente. Eso en algún momento te quema”, explica ahora con energías renovadas. El músico acaba de publicar con su proyecto en formato banda Fantasía Lado B, la segunda parte de un disco doble que presentará este viernes 19 de mayo a las 21 en el CAFF (Club Atlético Fernández Fierro).

El disco fue grabado en vivo en estudio El Pie, en 2018, con todos los músicos tocando al mismo tiempo, "buscando generar el clima necesario para captar la magia del momento", explica. El ensamble está integrado por Alexey Musatov en violín, Javier Reznik en bajo, Manuel Barrios en bandoneón, Nicolás Echeverría en batería, Rodrigo Ruiz Díaz en piano y Santiago Garriga en guitarra eléctrica. Se trata de “una antología imprevista” y colectiva con versiones nuevas de los clásicos del grupo, con la inclusión de cuatro temas inéditos: "Resistir Crear Amar", "Johana" y "El Mismo Rayo" (Lado A) y "Dando Amor" (Lado B). Y un elenco de invitados pensados especialmente para renovar y enriquecer las canciones, desde Palo Pandolfo hasta Lisandro Aristimuño, pasando por Noelia Recalde, Sofía Viola, Ezequiel Borra, Manu Eguía, El Plan de la Mariposa, Santiago Vázquez, Mariana Michi y Nahuel Briones, entre otros.

La primera parte de Fantasía salió en 2019 y el Lado B acaba de ver la luz, cuatro años después. “Lo que pasó es que decidimos sacarlo en dos lados, porque me parecía mucha data, eran 18 canciones. Entonces, el Lado A se presentó en el Xirgu en 2019 y la idea era seguir con lo mismo plan al año siguiente. Pero hice el viaje a México y por la pandemia me terminé quedando dos años”, explica. “Recién ahora, después de haber estado también en España, se dieron las condiciones para poder volver a Argentina. Si bien algunas personas me insistieron en sacarlo antes, no me parecía pertinente hacer un lanzamiento digital, no tenía sentido hacerlo estando afuera. Entonces, esperé a poder volver, lanzarlo y hacer un concierto para cerrar el ciclo de ese trabajo”, completa el autor, que ya está trabajando en un disco con canciones inéditas.

-Ahora que está publicado, ¿lo sentís como un disco presente?

-Al disco lo siento muy actual, porque al ser una antología de canciones de la banda ya de por sí está pensado como algo medio anacrónico o sin tiempo. Entonces, no es tanto un disco que responde a un momento de vida o con un concepto o temática particular. Más bien se trataba de hacer una experiencia colectiva, de poder tener un disco caliente con la banda y los invitados, de buscar la toma. Quizás si hubiera sido un disco con una temática específica hubiera quedado viejo, pero en este caso me parece que se la re banca. Es un disco que vamos a seguir tocando durante mucho tiempo.

-¿Y por qué sentías la necesidad de grabar una antología?

-Por un lado, nosotros con Manu Barrios y Ale Musatov empezamos a tocar en trío y descubrimos un sonido muy lindo con el bandoneón y el violín. Y en la presentación de ese disco juntamos a toda la banda, la que me venía acompañando en los últimos años y el trío, y tocamos el repertorio clásico de la Filarmónica. Y me di cuenta que el sonido estaba bueno y que tenía una identidad bien argentina. Entonces, me dieron muchas ganas de registrar el sonido nuevo de la banda y apostar a ese repertorio con esa nueva identidad. Son canciones que te remiten a la escuela del rock nacional, pero a la vez la impronta del violín y el bandoneón le dan una cosa diferente, porque tiene aires de tango y de folklore. Y también algo de música gitana, de lo acústico pero tocado con actitud rockera.