Por primera vez en Italia se trasplantó un corazón que había dejado de funcionar por más de 40 minutos. Luego de la operación, los médicos afirmaron que comenzó a funcionar en el nuevo cuerpo “como un corazón prácticamente normal”.
Cómo fue el recorrido del corazón hasta ser trasplantado
El órgano comenzó su recorrido en el hospital de Treviso a las 10 de la mañana del 11 de mayo e implantado en un paciente de 46 años, enfermo de cardiopatía congénita, que ya había sido operado dos veces y esperaba un trasplante en Padua.
Allí, el corazón fue extraído de su cuerpo original y, hasta su traslado y posterior trasplante, intervinieron unos 30 médicos, cirujanos cardíacos, anestesistas, técnicos de perfusión, enfermeras y asistentes sociales.
"Por primera vez en Italia, hemos conseguido realizar un trasplante de corazón de un donante con el corazón parado. Pero podemos añadir que también hemos subvertido un paradigma mundial, demostrando que es posible trasplantar un corazón que ha permanecido parado tras 44 minutos de parada anóxica y ha vuelto a funcionar como un corazón prácticamente normal", sostuvo el profesor Gino Gerosa, director del Centro de Cirugía Cardiaca "Gallucci" de la Aou de Padua, del extraordinario resultado obtenido en uno de sus últimos trasplantes de corazón.
No obstante, en Italia la donación a corazón parado sólo puede llevarse a cabo después de que un médico haya certificado la muerte realizando un electrocardiograma durante al menos 20 minutos -en la mayoría de los países europeos esta ventana de observación es de 5 minutos-.
En este período de tiempo es cuando se produce la anoxia, o la falta de oxígeno que hace que una persona se considere clínicamente muerta luego la pérdida de funciones cerebrales. Allí, se constata la muerte del individuo y se procede a la extracción de órganos de un donante con el corazón parado con fines de trasplante.
Cómo se pudo trasplantar un corazón que estuvo 44 minutos parado
"Nos habíamos estado preparando. Llevábamos varios meses trabajando tanto experimental como clínicamente, desarrollando una técnica para tratar al donante antes de la parada cardiaca y la reperfusión de este corazón. Y resultó ser eficaz", aseguró el profesor Gerosa en una entrevista a El Mundo.
“Tras perfundir el corazón durante unas dos horas, todavía dentro del donante cadavérico, evaluamos su función de bombeo. Era muy satisfactoria, así que extrajimos el órgano, lo transportamos a Padua y lo trasplantamos", explicó.
Según el mismo medio, el paciente que ha recibido el órgano se encuentra en buen estado. “Sigue un postoperatorio regular, idéntico al de un paciente que ha recibido un trasplante de corazón de un donante con muerte cerebral", dijo el cirujano.
La persona trasplantada es un paciente adulto con cardiopatía congénita que ya ha sido operado dos veces, con 100 kilos de peso, lo que hacía muy difícil encontrar un donante en estado de muerte cerebral que fuese compatible.
El paciente llevaba dos años en lista de espera para un trasplante y su estado se estaba deteriorando considerablemente. "Afortunadamente, este donante era compatible no sólo en cuanto al grupo sanguíneo, sino también en cuanto al peso del donante", añadió Gerosa.