Un sobrino del expresidente Jair Bolsonaro quedó incluido este jueves en las investigaciones del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil por los ataques del 8 de enero a las sedes de los tres poderes del Estado, porque la justicia considera que participó de manera "activa" en los "violentos actos antidemocráticos" de aquel día.
Leonardo Rodrigues de Jesus, conocido como Léo Índio, quedó dentro de la investigación por decisión del juez del Supremo Dias Toffoli, que aceptó una petición enviada la semana pasada por la Procuraduría General, después de que se convirtiera en objetivo de las operaciones a finales de enero.
Rodrigues, para quien se pide prisión preventiva, llegó incluso a compartir en sus redes sociales alguna de las imágenes que inmortalizó aquel día a las puertas del Congreso, una de las tres sedes vandalizadas, junto a la del STF y la de la Presidencia.
En aquella foto que Rodrigues subió a su cuenta de Instagram, se lo ve con los ojos enrojecidos como consecuencia de los gases lacrimógenos que lanzó la Policía Militar para intentar detener a la multitud.
El sobrino de Bolsonaro acusó a los agentes de atacar a "inocentes". Ahora, será investigado por un delito de golpe de Estado.
Rodrigues es primo de dos de los tres hijos de Bolsonaro, aunque es más próximo a Carlos, de quien fue asesor en la Asamblea de Río de Janeiro, etapa que está bajo investigación por el escándalo de las "rachadinhas", una trama de corrupción por la que varios concejales se quedaban con parte del sueldo de sus empleados.
Además, ocupó cargos de confianza en varios equipos de políticos bolsonaristas y se peleó sin éxito una diputación en Brasilia en las elecciones de 2022.
Los Bolsonaro
Para eso usó el apellido Bolsonaro a pesar de no tenerlo, porque se trata del hijo de la hermana de la exmujer del expresidente, Rogéria Nantes.
No es la primera vez que Rodrigues es investigado por las autoridades, ya que en 2021, según contó Folha de Sao Paulo, la Procuraduría le abrió un expediente por la supuesta organización y financiación de manifestaciones ilegales el 7 de septiembre de aquel año, desde las que Bolsonaro lanzó amenazas con tintes golpistas contra el Congreso y los jueces del Supremo.
Este martes, en la sede de la Policía Federal el propio Bolsonaro también fue cuestionado sobre la intentona golpista del 8 de enero. "Él (presidente) respondió que no guió y que no participó en ningún acto de insurrección o subversión contra el Estado de derecho", señaló Fábio Wajngarten, quien fuera su asesor de prensa en la presidencia y quien le acompañó en la indagatoria.
Fake news y violencia
A todo esto, el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil impuso este jueves nuevamente una multa de 10.000 reales (unos 2.000 dólares) al senador Flavio Bolsonaro, hijo del exmandatario y a otros varios congresistas por vincular durante la campaña electoral del año pasado al actual jefe del Estado, Luiz Inácio Lula da Silva, con el asesinato en 2002 del que fuera alcalde del municipio de Santo André, Celso Daniel.
Además de Flávio Bolsonaro también fueron sancionadas con la misma multa la senadora Mara Gabrilli y la diputada Carla Zambelli, quien ya el año pasado dejó una de las imágenes de las elecciones en Brasil cuando persiguió a un seguidor del Partido de los Trabajadores (PT) con una pistola por las calles de San Pablo.