Tres crímenes en cuestión de horas sumó Rosario y la región. Uno de ellos en Capitán Bermúdez y los dos restantes en Villa Gobernador Gálvez y en zona sudoeste de la ciudad. Con estos dos últimos el departamento sumó 121 crímenes en lo que va del año. 

El asesinato ocurrido en Rosario presenta características muy particulares que la fiscalía está investigando. La víctima fue Nelson Vera, de 20 años, que fue acribillado mientras realizaba una rutina de entrenamiento a la par de la colectora de Circunvalación. La familia asegura que no tenía ningún conflicto y que lo mataron por el solo hecho de dejar un mensaje. De hecho, los asesinos tiraron a la par del cuerpo inerte un papel con una leyenda dirigida a presos relacionados a la banda de Los Monos. Si bien todo está bajo investigación, así planteado el hecho recuerda el crimen de Lorenzo Jimi Altamirano el 1 de febrero pasado. Al joven lo levantaron en un auto a la altura de 27 de Febrero y Ovidio Lagos, lo bajaron frente a un ingreso de Newell's y lo ejecutaron para dejar entre sus ropas un mensaje escrito, también dirigido a referentes de bandas narcocriminales que están tras las rejas. Hasta hoy no se halló ningún vínculo entre la víctima y bandas o gente del crimen organizado.

¿Otro Jimi Altamirano?

El caso de Nelson Vera tiene características similares al de Lorenzo Jimi Altamirano porque, según relataron familiares al diario La Capital, no tenía conflicto ni relación alguna con bandas criminales.

A las 18.30 del miércoles Nelson y su primo Ricardo, de 23 años, fueron atacados a balazos desde un Volkswagen Gol negro con al menos cuatro ocupantes en Juan XXIII y la colectora Juan Pablo II. El auto frenó a metros de donde los primos hacían práctica de atletismo y comenzaron los disparos.

Ricardo alcanzó a tirarse al suelo y no resultó herido. Nelson recibió varios proyectiles. Al llegar el personal policial al lugar constató que el chico había fallecido ahí mismo y que junto a su cadáver había un cartel con un mensaje: "Nico Camino, Gordo Vilches, ey manga de ortiva dejen de batir la cana sapos". En la escena del crimen se levantaron 6 vainas servidas que fueron enviadas a peritar junto con la nota. La investigación quedó a cargo de la fiscal de Homicidios Carla Cerliani.

Vera era paraguayo y según sus familiares hacía dos meses que había llegado a Rosario para trabajar en una fábrica, a partir del empleo que le habían conseguido. Trabajaba a la mañana, y a la tarde hacían una rutina de entrenamiento en la zona donde encontró la muerte.