Un albañil que se encontraba trabajando en el edificio del barrio porteño de Retiro donde el 30 de marzo la modelo brasileña Emmily Rodrigues murió tras caer del sexto piso, declaró en la causa que vio al imputado Francisco Sáenz Valiente salir “en bóxer” de su departamento segundos después de que se escuchara la caída de la víctima.
Se trata de C.A, de nacionalidad paraguaya, quien brindó su testimonial ante el fiscal que instruye la causa, Santiago Vismara, de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 10.
Para el abogado querellante, Ignacio Trimarco, esta declaración “compromete a Sáenz Valiente”, ya que el hecho de que esté en bóxer y en cueros, puede hacer presumir una de sus hipótesis, que es que Emmily --quien fue hallada desnuda--, quiso escapar de algún tipo de acoso sexual.
En sus declaraciones indagatorias, el empresario siempre negó haber mantenido relaciones sexuales con Emmily o con las otras tres mujeres que asistieron a su departamento, pese a que en la vivienda también se secuestraron preservativos usados y lencería erótica.
En su declaración, el albañil explicó que aquella mañana del 30 de marzo, él llegó junto a su hijo y otros tres obreros al edificio de la calle Libertad 1542 a las 8.40 para trabajar en una obra que se realiza en el departamento del segundo piso.
El hombre contó que en un momento oyeron “ruido” y que al asomarse por el balcón, una vecina de la vereda de enfrente “gritaba que una mujer estaba pidiendo ayuda” en el edificio donde él estaba trabajando. “Al toque ingresamos al departamento y por las escaleras con Ariel e Ismael fuimos para arriba”, explicó el testigo.
Contó que al llegar al séptimo piso uno de ellos golpeó la puerta que da a la cocina, pero “nadie abrió” ni respondió y que cuando él estaba en la escalera “se escuchó un ruido, ‘un pla’, como si cerrás una puerta de golpe, o como un golpe seco”. “Cuando nosotros subíamos la escalera se escuchaban gritos de una mujer, lo que sí, no se entendía si eran gritos de auxilio o de pelea”, agregó.
Luego, relató cómo fue su encuentro con Sáenz Valiente: “Mientras yo estaba en la escalera entre el séptimo y el sexto piso, vi que este Francisco salió del sexto piso por la puerta principal. Él estaba en boxer, él intentó ponerse el pantalón, lo tenía en la mano. (…) Así como estaba sin ponerse el pantalón volvió a entrar a su casa”.
Cuando le consultaron por el color y las características del bóxer, A. dijo: "La verdad que no me acuerdo, medio blanco o amarillo, no me acuerdo" y aclaró que tampoco recordaba si tenía algún estampado y que no cree que pueda reconocerlo si se lo exhiben.
El albañil también precisó que Sáenz Valiente estaba “en cuero”, es decir, sin remera ni camisa puesta.
Explicó que todos fueron a la planta baja, que allí vieron a una pareja de policías que estaban mirando el patio interno donde había caído Emmily y que al regresar al departamento del segundo piso se asomaron por el pulmón y vio a la víctima “boca abajo” y “totalmente desnuda”, y relató que más tarde llegaron bomberos y ambulancias y la retiraron del lugar.
“La chica hacía como un ruido, como que estaba viva todavía”, afirmó A., quien luego explicó que la policía lo convocó como uno de los testigos que recorrieron con los peritos el departamento del sexto piso del empresario Sáenz Valiente.
Ayer, los jueces de la Cámara del Crimen que definirán el futuro de la causa en la que se investiga si fue un femicidio o un suicidio la muerte de Rodrigues, inspeccionaron el departamento del barrio porteño de Retiro desde donde hace un mes y medio la víctima cayó al vacío desde el sexto piso.
La inspección ocular abarcó no solo el departamento propiedad del empresario del agro Sáenz Valiente (52), sino también la planta baja, el patio interno del pulmón donde cayó la víctima y zonas comunes.
El próximo lunes, a las 12, los camaristas harán una audiencia oral tras la cual se definirá si confirman la falta de mérito dictada el pasado 18 de abril por el juez Martín Del Viso para Sáenz Valiente o si hay elementos para procesarlo por algún delito.
Los fiscales Santiago Vismara y Mariela Labozzetta pidieron que el empresario sea procesado con prisión preventiva por dos delitos: "femicidio", que prevé una pena de prisión perpetua, y "facilitación de estupefacientes y de un lugar para usarlos" que, según la Ley de Drogas 23.737, se castiga con prisión de 3 a 12 años si es a título gratuito.
En su dictamen, los fiscales resaltaron, entre otros puntos, que se trató de un caso de "grave violencia contra la mujer", que la muerte de Emmily se dio en un "contexto sexualizado", que hubo por parte del imputado una "facilitación de estupefaciente" y del domicilio donde se consumieron, y que la escena fue "alterada".
Los estudios toxicológicos realizados por el Cuerpo Médico Forense revelaron que, antes de caer al vacío, la modelo brasileña consumió alcohol (1.0 gramos en sangre fue el dosaje), cocaína, marihuana, ketamina y MDMA (uno de los componentes del tuci, la forma abreviada de llamar al "Tucibi" por la pronunciación en inglés de la sigla 2C-B, que es la mal denominada "cocaína rosa").
Esta semana se conocieron mensajes que el empresario había borrado de su celular donde les decía a las mujeres fue fueron a su casa que tenía “tuci, coca y faso”, y además el audio posterior a la segunda llamada al 911 que hizo, donde se escuha el momento de la caída y que el imputado grita: “¡La puta madre, no la pude agarrar!”.
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