Las definiciones electorales están ingresando en sus últimos 30 días de acción previo al cierre de listas. El cronograma de las PASO ya está vigente y un eventual desdoblamiento de los comicios, que haría que los bonaerenses elijan gobernador un día distinto a las elecciones presidenciales, ocupa el centro de la escena. Algo similar pasa con la interna opositora que, a comienzos de semana, desechó para siempre una posible lista de unidad y ya sabe que definirá al candidato definitivo en una contienda en la que todavía hay, al menos, siete precandidatos anotados. 

Buenos Aires/12 dialogó con el senador Andrés De Leo, uno de los hombres fuertes de la Colación Cívica en la Legislatura bonaerense. Oriundo de Bahía Blanca, hoy sus intenciones apuntan a competir por la intendencia de su ciudad. En el marco de la discusión política, interna y externa, pide "reglas claras que no estén sujetas a modificaciones permanentes por parte de los oficialismos de turno". Y señala para empezar la conversación: "No sólo hablo de los oficialismos generales, sino de los oficialismos políticos que manipulan las reglas para beneficiarse". 

— Si usted fuera Kicillof, ¿desdoblaría?

— La realidad es que si esto fuera pensado para adelante, no lo veo mal. Incluso hay un proyecto del senador Joaquín De la Torre, pero tiene que surgir de acuerdos. Está claro que lo de Kicillof no es una decisión profunda y sino de coyuntura y de ventaja política. Pero si hay algo que salda esta discusión y muchas otras cuestiones es la la boleta única.

— ¿Por qué?

— Porque sería indistinto qué día votar. El elector se va a encontrar una boleta para el Presidente, una para gobernadores y otra para intendentes. En segundo lugar, no asistiríamos a la discusión que estamos teniendo en Juntos por el Cambio respecto al candidato a gobernador. Esto lo único que hace es distraer a los dirigentes de lo que tienen que estar ocupados. 

— ¿Qué significa que los distrae?

— En algunos casos, en vez de estar gobernando están discutiendo reglas electorales para beneficio propio. Los que somos candidatos deberíamos estar proponiendo, estamos discutiendo reglas que nos benefician. Hay que dejar de lado los movimientos de coyuntura. Hay que generar reglas electorales transparentes, más económicas, que respeten los principios del federalismo. Es una discusión pendiente de la democracia. Por esto hay gente decepcionada de la política, porque desde la política no hemos podido generar reglas superadoras.

— María Eugenia Vidal también puso sobre la mesa el desdoblamiento en 2019.

— Sí. Y desde la Coalición Cívica tuvimos la misma posición, a pesar de que aquel desdoblamiento nos podía beneficiar. No se podía cambiar las reglas electorales en el momento que la elección se lleva adelante. Por eso creo que hay que ir a una modificación profunda y que así las reglas perduren en el tiempo.

— Usted integra la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio, ¿el resto de los miembros piensa igual respecto a construir estas reglas perdurables?

— Creo que sí, pero quedamos atados a las necesidades coyunturales de determinados dirigentes. Entonces parece que nunca es la oportunidad.

-- ¿Por qué lo dice?

— Porque me parece contradictorio que algunos dirigentes hablen de la boleta única y que por otro lado hablen de que no haya internas donde gobiernan intendentes de su partido.

— ¿Tiene mucho peso la decisión de los intendentes?

— Parece que los intendentes son los dueños de la ciudad, de los votos y de Juntos por el Cambio.

— ¿Cuál debería ser la estrategia en el frente?

— Me parece que lo importante sería que dialogaran con todos los sectores en búsqueda de la unidad y el consenso. Yo soy de los que buscan la unidad, pero tiene que ser sobre la base del consenso, no sobre la modificación de reglas electorales que achican la competitividad del espacio.

— ¿Tienen costo esas modificaciones?

— Se achica la competitividad y además aleja a nuestros votantes que, al menos, esperan de nosotros un cambio en muchas reglas y cuestiones vinculadas al pasado. Somos los que hablamos en contra de la eternización de los cargos de los barones del conurbano pero resulta que ahora, en nuestro espacio, político en vez de hablar sobre qué le ofreceremos a la ciudadanía, muchos dirigentes están viendo cómo hacer para que los intendentes reelijan y cómo se les fijan reglas para garantizarse la no competencia dentro de Juntos por el Cambio.

— ¿Esto que describe sucede puntualmente en el PRO?

— En parte es así, pero en parte tiene que ver a una disputa interna que está arrastrando a todo el espacio. Esta disputa de ver qué candidato a Presidente lleva cada intendente genera esto. Lo que muchos no están viendo es que en muchos distritos hay aires de cambio. Eso hay atenderlo. Si no muchos votos van a migrar a otras fuerzas políticas.

Bahía Blanca y Milei


— Recientemente, una concejala de la fuerza política de Javier Milei en Bahía Blanca pidió que no se hagan controles de alcoholemia porque viola la libertad, ¿por qué se hacen estas propuestas?

— Me da la impresión de que, muchas veces, hay determinadas situaciones que se transforman en propuestas políticas a partir de molestias y enojos. Y eso es un error. Si hay algo que ha caracterizado todavía a la Argentina es, lamentablemente, la falta de una cultura de respeto sobre las velocidades y derechos de los peatones. Hay un nivel de accidentes muy elevado. Por eso, promover que no se hagan controles preventivos sólo agravarían la situación.

— ¿Estas ideas hacen mella en la sociedad bahiense?

— A mi juicio, y a partir de lo que uno ve cuando camina por Bahía, afortunadamente este tipo de ideas no generó reacciones positivas. La sociedad advierte que hay que avanzar mucho en la conducta vehicular, lo que no implica que el Estado no tenga que hacer las cosas mejor y evitar que determinadas medidas no se perciban únicamente como herramientas recaudatorias.

— ¿Considera que Milei puede tener una buena elección en la provincia?

— Mi sensación es que hay una gran parte de sociedad molesta y que puede estar expresando su voto a un candidato en forma de castigo. No comparto esta idea de que Milei esté creciendo todo el tiempo. Él había crecido en las encuestas a fin de año y después se amesetó. Pero sí tiene una buena porción de electorado que, si lo sostiene, le permitirá hacer una buena elección.

— ¿Cree que puede retener esa intención de voto?

— Hay que ver cuando avance el tiempo y llegue la definición del voto de parte de la gente. Ahí se sabrá si esto es un enojo temporal porque la gente sabe que tendrá que elegir quien gobierne el destino del país, la provincia y los municipios por cuatro años. Desde mi experiencia, las encuestas no van a poder reflejar la votación hasta los últimos 15 días previos a la elección.

— ¿Existe una cercanía de pensamiento entre el líder libertario y Patricia Bullrich?

— Creo que ha habido una especie de acuerdo táctico y tácito en el cual ambos candidatos se retroalimentan en sus propios espacios. No veo ni en Milei, ni muchos menos en Bullrich la vocación de armar algo juntos. Hasta que no se defina la interna de Juntos por el Cambio, me da la impresión que esas caricias son prácticas que los benefician en sus electorados internos. Lo que veo y lo que sé es que quien quiera gobernar la Argentina, ganando la interna de Juntos, tendrá que encolumnar a todo el frente. No sólo electoralmente, sino generando los acuerdos legislativos, el territorio y tener una fuerza con gobernadores, intendentes y legisladores. Eso Milei no lo puede garantizar.

— ¿Va a competir en Bahía Blanca?

— Desde hace un tiempo tomé la decisión de ser candidato intendente y, por sobre todo, la decisión de discutir cómo llevar adelante la estrategia. Esto es hablando con la gente, trabajando la propuesta y generando volumen más allá de las decisiones que se tomen. Nunca descarté dialogar con otros candidatos que tengan aspiraciones y ver en qué coincidimos respecto a un programa de gobierno y un modelo de gestión para la ciudad.

— ¿Qué debe quedar afuera de ese modelo de gestión como para que usted se sienta identificado?

— Hay una forma de modelo de gestión de Juntos que está agotado: lotear los territorios y el gobierno. Por el contrario, los gobiernos tienen que ser una fuerza integrada, con objetivos en común, que integre a todos los sectores de JxC. El modelo de loteo demostró que no alcanzó, ni en Provincia ni en Nación desde 2015 al 2019. Y, claramente, demostró un fracaso en el Frente de Todos.

— ¿Cuál es su expectativa de cara al cierre de listas?

— Los últimos días veremos las decisiones que se tomen. Estamos contentos, hemos crecido enormemente como espacio. Tenemos un volumen de aceptación más alto que cuando empezamos. Mientras sienta que haya este acompañamiento, seguramente estaremos en condiciones de liderar un espacio para gobernar Bahía Blanca. Y, si no nos podemos poner de acuerdo, será la gente quien dirima a través de las PASO.