El gobierno nacional ya ha hecho público, y en palabras del mismísimo presidente Mauricio Macri que son inevitables una reforma Laboral, una previsional y también se ejerce presión para que los gobiernos provinciales adhieran a nueva ley de ART aprobada por el Congreso nacional.
El punto es que las dos primeras reformas se harán luego ‑presumiblemente‑ de las elecciones generales legislativas de octubre próximo y según los resultados se avanzará en la presión a gobernadores por la ley de accidentes laborales.
Ahora, los anhelos del gobierno nacional chocan con el rechazo de los sectores gremiales en su conjunto ‑con mayor o menor ahinco‑. Recordemos que dentro de las consignas para la próxima marcha del 22 de agosto convocada por CGT nacional aglutina dichos rechazos.
En ese sentido, adelantamos un escenario de conflicto que se agudizará post elecciones encontrando una resistencia del movimiento obrero a reformas que van en contra de los trabajadores.
En ese sentido se suma el pedido de las entidades gremiales al nuevo escenario político que conformará el Congreso nacional, según el resultado eleccionario, que los legisladores no voten leyes en contra del pueblo trabajador.