Una voz áspera, rocosa, se mete dentro de un clásico tan fértil como difícil: “Garúa”. Sale airosa. Repite, osada, con “La última curda” y “Naranjo en flor”. Y también. No es que Pablo Bernaba –el dueño de la voz- vaya a opacar las de tantos otros y tantas otras que también se animaron ahí. Pero agregó un sino singular. Una impronta del tango categoría XXI, con sus barros, bemoles y brillos. Nunca mejor entonces un título como Vozaneón, para contenerlas. Para hablar de ellas antes de escucharlas, pues se trata de un neologismo que precisamente retumba a vozarrón. “Buscaba transmitir eso de voz y bandoneón en un sola y potente palabra y ahí fue donde Patricia Malanca, una especie de madrina de este proyecto, tiró la idea, porque también el título juega con el parecido a vozarrón”, explica el bandoneonista devenido cantor.

Así se llama, en efecto, el disco solista que el director y fundador del Quinteto Negro La Boca presentará este sábado 20 de mayo a las 21 en el Centro Cultural Caras y Caretas (Venezuela 330). “Se trata de un disco minimalista, intimista, que recorre tangos clásicos y algunas composiciones propias con un estilo muy personal y para nada escolástico, sobre todo en lo que tiene que ver con la voz”, orienta Bernaba, acerca del trabajo que mostrará junto a la mencionada Malanca, dos de sus compañeros en el QNLB (Gastón Ruiz, en guitarra y Oscar Pittana, en contrabajo), y Francisco Borra, bajista y programador de la Orquesta Atípica Tangorra. “El recital va a seguir la línea del disco, aunque voy a sumar temas de Atahualpa Yupanqui y Juan Vattuone”, promete.

Seguir la línea del disco implica entonces topar los oídos no solo con “Naranjo en flor”, “La última curda” y “Garúa”, tango que Bernaba tiene “muy masticado” por haberlo arreglado para la versión del Quinteto (“busqué una síntesis tratando de expresar la soledad urbana y de cierta tragedia que recrea su letra”, explica), sino también con otras grandes piezas del acervo tanguero. “Vuelvo al sur”, por caso. “Al igual que 'Garúa', este es un tema que me gusta mucho, sobre todo por las versiones que grabó el Polaco Goyeneche. En este caso puntual, me gustó hacer una versión electrónica. De ahí la presencia de Fran Borra”.

-Y la de una voz, la tuya, que rompe ciertos parámetros dulcificados para devolverle al tango su aura corrosiva. ¿Es intencional o natural?

-Solo sé que los fraseos son bien tangueros pero con una propuesta de voz rota, de "voz negra" como le digo yo, que dialoga con el bandoneón presente en todos los temas.

-Aquí aparece la influencia de Rubén Juárez, que no solo no negás sino que también propalás.

-Es que Juárez, además de un antecedente inmediato, es un claro referente en esto de cantar y tocar el bandoneón al mismo tiempo. Del último Juárez tomo algunas cositas, porque es el más punk, el más desbocado y el menos prolijo, si se quiere. Pero también trato de tomar cosas del Goyeneche… me encantan sus fraseos y su forma de contar los tangos. Ambos, de hecho, tenían cierta textura arenosa en la voz, y a mi interesó exacerbar eso, aprovechando que mi voz lo permite.

-¿Y Tom Waits como faro por qué?

-Por cosas parecidas, igual que Louis Armstrong y Joe Cocker.

-¿Cuánto hay de ellos en tu voz, y cuál la singularidad que, creés, sumás vos?

-Si bien la mía no es una forma de cantar convencional, creo que el método es el mismo o muy similar, al menos. No sé, Waits tiene un registro más bajo que el de Cocker, y el mío está en el medio de ambos. Creo que lo propio pasa por los fraseos tangueros que aporto a ese timbre, además de la lengua española y el lunfardo.

Bernaba comenzó a fantasear con su devenir solista en plena pandemia. El impulso vital lo sintió cuando, de tanto arreglar piezas para cantores y cantoras, decidió hacerlo para él mismo. “Algunos colegas me fueron induciendo a tomar la decisión de probar. Necesitaba una nueva forma de expresarme, un nuevo instrumento, un nuevo canal de catarsis, y esto fue cantar y tocar bandoneón al mismo tiempo”. 

Así fue apareciendo el repertorio que el rosarino radicado en La Boca terminó incluyendo en su disco debut. A las antedichas se sumaron “Cristal”, una revisita medio rockera de “Los mareados”; “Un vestido y un amor”, que contó con la participación de Dolores Solá, y temas propios revisados. Tal el caso de “Severino”, compuesto por el músico xeneize junto a Osvaldo Bayer, y “Garzas del Riachuelo”, tema nuevo que Bernaba concibió junto a Malanca. “Intenté un repertorio que además de gustarme tenía que encajar dentro de lo que aparecía con mi propuesta interpretativa y la forma de colocar mi voz, vinculada a las texturas ásperas que provienen de la garganta”.

-¿Qué es lo que te permitís siendo solista que no podés con el Quinteto?

-Hacer clásicos de tango, dado que con en el QNLB ya casi no los hacemos, porque nos estamos dedicando a tocar temas propios o versiones tangueras de clásicos de rock argentino. Eso.

La vida le sonríe también al QNLB. No solo marcha duro y parejo el camino hacia el sexto disco de la agrupación, sino que uno de los dos cortes que largaron hasta el momento, la “Oda a las huelgas patagónicas”, reciente ganadora del Gardel como mejor canción de tango. “Ahora se viene el tercer corte, una nueva versión de 'Que te vomite Dios', tango burlón que escribí haciendo referencia a la escatológica muerte de Jorge Rafael Videla, con todo lo que hace falta en estos tiempos”.