En la jornada de hoy viendo un documental sobre la vida de Miguel Grinberg periodista, editor y pionero de la ecología social aparecían figuras como los poetas de la era beatnik Allen Ginsberg y Lawrence Ferllinghetti, también el escritor Henry Miller.
Todos los mencionados, transitando y gestando la contracultura a contramano de la superficialidad del la sociedad de consumo y rasgando los velos de la hipocresía. Oponiéndose al armamentismo y las guerras a la manipulación de la propaganda disfrazada de publicidad.
Críticos del falaz "sueño americano", a través de la poesía y la narrativa mostraron la contracara de la violenta sociedad capitalista generadora de la riqueza para una minoría y de miserias para mayorías.
Antihéroes en medio de las fantasías de los superhéroes fabricados por la industria cultural para la alienación de masas, rompiendo con las imposturas y repudiando las conductas seudotrangresoras como mero simulacro de la rebeldía.
Estigmatizados y perseguidos por sus conductas por fuera de de toda formalidad.
Vale recordar el libro de Norman Mailer Los ejércitos de la noche.
Transcurrieron las décadas pero los mensajes de insumisión mantienen plena vigencia.
Aún quedan rescoldos a pesar de las cenizas. En toda latitud continúa habiendo mujeres y hombres dispuestas y dispuestos a decir basta a la dominación, la explotación y la expoliación.
La fermente búsqueda de caminos alternativos frente a este sistema cargado de muerte: el capitalismo.
Decir basta es el comienzo
Basta con los mensajes que encubren el horror belicista y ecocida.
Carlos A. Solero