El presagio de una voz inolvidable emerge de una pila de manuscritos rechazados en unas oficinas en París, a comienzos de los años 50. La joven estadounidense Judith Jones, legendaria editora de Knopf Doubleday, que murió el pasado miércoles 2 a los 93 años en su casa de verano en Walden (Estados Unidos), supo que, más allá de la emoción de rescatar de entre los escombros del “no” un luminoso retazo de dignidad, el Diario de Ana Frank tenía que publicarse por primera vez en lengua inglesa. La obra, cuya edición original apareció en 1947 con el título en neerlandés Het Achterhuis (La casa de atrás), había sido traducida al alemán y al francés. El empecinamiento de la joven editora –que entonces vivía en París– tuvo su fruto. En 1952 se lanzó una modesta tirada de 5.000 ejemplares, prologada por la exprimera dama Eleanor Roosevelt, quien definió el libro como “uno de los comentarios más sabios y conmovedores sobre la guerra y su impacto en los seres humanos que he leído”. Las ventas se dispararon después de una crítica entusiasta en The New York Times, el libro fue sistemáticamente reeditado y leído por millones de estadounidenses. Una obra de teatro basada en el texto de Frank fue un éxito en Broadway y ganó el premio Pulitzer de teatro en 1956. Una película de Hollywood, inspirada en el diario, ganó tres Oscars en 1959.
Jones, que trabajó para la editorial Knopf hasta 2011, publicó a escritores como John Updike, Anne Tyler, John Hersey, William Maxwell, Peter Taylor y Sharon Olds, entre otros. También descubrió a Julia Child y sus colegas francesas, Simone Beck y Louisette Bertholle, autoras de Dominando el arte de la cocina francesa. La editora y escritora estadounidense, que escribió tres libros junto a su esposo Evan Jones, fue autora de Los placeres de cocinar para uno (2009).
Judith Bailey nació en Nueva York el 10 de marzo de 1924. Después de tres años como asistente en Knopf Doubleday de esa ciudad, empezó a trabajar en las oficinas de la editorial en París leyendo manuscritos y ediciones de libros en francés, buscando material para su publicación. El editor Alfred A. Knopf (1892-1984) impugnó el Diario de Ana Frank como “aburrido, un triste registro de peleas familiares típicas, pequeñas molestias y las emociones adolescentes”. Jones logró torcer ese veredicto. Cuando le preguntaban cómo se dio cuenta de que sería un libro crucial para la segunda mitad del siglo XX, ella recordaba la reacción de Knopf cuando le dijo: “¿Te refieres a ese libro, el de la niña?”. Ella, que había leído el texto de un tirón, defendió con pasión argumental la prosa de la adolescente holandesa, que se ocultaba junto a su familia de la persecución nazi. “Es una de esas obras inolvidables”, resumía Jones, para luego afirmar que su profesión como editora consistía en eso tan difícil de “estar en el lugar adecuado en el momento oportuno”.
Miep Gies, una de las mujeres que ayudaron a los Frank, le entregó a Otto Frank, el único sobreviviente de la familia, el cuaderno de su hija que había encontrado en el escondite de la casa de la calle Prinsengracht 263, en Ámsterdam. El original del diario fue revisado y corregido por Otto, quien suprimió algunos pasajes, sobre todo aquellos en los que Ana se refería críticamente a sus progenitores, como también partes que contenían detalles más íntimos de la sexualidad de la adolescente. El libro, publicado por primera vez en 1947, fue traducido a 70 lenguas, se convirtió en uno de los testimonios más conocidos en el mundo entero; fue un best seller en Israel, Estados Unidos y Gran Bretaña, y llegó a vender más de 350 millones de ejemplares. “No es una exageración decir que (Jones) influyó profundamente no solo en la manera en que en Estados Unidos lee, sino en la manera en que cocinamos”, dijo Sonny Mehta director y editor jefe del grupo Knopf Doubleday. Jones tradujo al inglés a Jean Paul-Sartre y Albert Camus. Como editora de libros de cocina, además de conseguir que se publicara el ahora clásico de Julia Child Dominando el arte de la cocina francesa, sacó a la luz los textos de James Beard, Edna Lewis, Marcella Hazan, Marion Cunningham, Madhur Jaffrey, Joan Nathan y Lidia Bastianich.