La tarea del profesor y licenciado en Historia Pablo Borda crece de manera exponencial, y él mismo lo reconoce cuando dice con asombro que “superó sus expectativas”. Del aula a la redes sociales –pandemia mediante–, Borda aprendió a desplegar su saber de otras maneras, próximas a las nuevas generaciones. Sus presentaciones en el Teatro Caras y Caretas de Buenos Aires le labraron, a su vez, otra dimensión a explorar. Tanto es así que ahora está de gira: Grandes Bolud@s En La Historia se presenta hoy a las 20 en la Zona Multimedia del Complejo Cultural Atlas (Mitre 645). La entrada es a colaboración y por orden de llegada.

“Creo que lo que me está pasando responde a dos cuestiones. Por un lado, hay un problema generacional, que tiene que ver en muchos casos con la falta de propuestas de divulgación de la Historia encaradas hacia un público más joven; esto no quiere decir que los jóvenes no puedan aprender discursos, narrativas, o trabajos de historiadores más serios, sino que muchas veces no tienen representación en el ámbito de la divulgación histórica. Por otro lado, hay figuras que han emergido en los últimos años, que vienen a suplir esta necesidad de referentes jóvenes en la divulgación. Yo empecé en el contexto de la excepcionalidad de la pandemia, y en gran parte traté de volcar lo que hice durante mucho tiempo en las clases a las redes sociales y eventualmente a YouTube”, explica Pablo Borda a Rosario/12.

-Algo que te debe haber llevado a aprender otros recursos.

-Yo no tenía conocimientos técnicos propios del manejo de redes ni siquiera de la edición, fundamentalmente traté de reproducir la lógica del aula y la clase, pero pasándola a un espacio más signado por la virtualidad. De esta manera, es cierto que uno no necesariamente tiene el mismo feedback, no es lo mismo poder observar las caras de tus alumnos que encontrarte muchas veces ante un vacío, como en el caso de un video en vivo. En todo caso, creo que se trata de realizar un contenido que pueda resultar dinámico y que a su vez ofrezca un aprendizaje significativo. Con mis clases o videos en vivo desarrollamos ampliamente un tema y abordamos problemáticas históricas con profundidad, teniendo en cuenta que sea asequible.

-Hay videos que llegan a las dos horas de duración; de algún modo, ejemplos así desdicen la supuesta necesidad de contenidos breves y fugaces.

-Efectivamente, creo que estamos atravesando un proceso de transición, donde muchos ya no encuentran en los medios de comunicación tradicionales espacios donde se puedan abordar y discutir con complejidad ciertos problemas. La televisión muchas veces se convierte en un espacio de gritos y simplificaciones; en ese sentido, las redes ofrecen un tiempo sin límite, donde se puede profundizar. Y eso rompe un estereotipo. Estamos acostumbrados a que se representen a los jóvenes como personas que no tienen capacidad de atención, a quienes no les interesa detenerse en el análisis de un tema, pero muchas veces ocurre lo contrario. Es como si estuviéramos desarrollando dos hábitos de producción de contenido, donde hay videos al estilo de TikTok, extremadamente breves, y grandes entrevistas o explicaciones que muchas veces se publican como un podcast que uno escucha mientras realiza otras actividades.

-¿Quiénes son los grandes boludos en la Historia?

-Esto surge a partir de la experiencia que venimos desarrollando en el Centro Cultural Caras y Caretas, en San Telmo, donde a partir del año pasado hacemos encuentros históricos y temáticos, pensados para detenernos a analizar distintas cuestiones en vinculación con el presente, pero también para que sean una experiencia que resulte recreativa y disfrutable. Esto fue parte de la misma evolución del ciclo. El público joven que se congrega un sábado a la noche, muchas veces tomando alguna cerveza, lo hace para asistir a una charla de Historia, y se encuentra con un clima de distensión pero también de análisis. Fue así cómo surgió la idea de hacer un ciclo mixto, donde coordinar la historia con el humor, y presentar distintos análisis de problemas y situaciones de la historia argentina y mundial. Si la palabra “boludo” refería a los soldados armados con boleadoras que iban como carne de cañón hacia adelante, corriendo sin pensar, aquí el término atraviesa a todos estos grandes boludos de la historia, como líderes políticos o militares que sin reflexión o creyéndose todopoderosos, fueron hacia adelante, se mandaron, y tuvieron muchas veces finales trágicos o hilarantes. Como dijo alguna vez Diego Armando Maradona, los boludos son como las hormigas, están en todos lados. A partir de esto, vamos de la historia antigua a figuras locales como Bartolomé Mitre durante la Guerra del Paraguay, pero también vamos a la historia de Estados Unidos, al siglo XX, a propuestas como las naves espaciales que se remontarían a la estratósfera, así como al primer proyecto atómico argentino, entre otros temas.

-Lo que te está ocurriendo, consecuente con tu tarea docente, debe ser seguramente gratificante.

-Uno casi que naturaliza lo que está haciendo, pero ha superado ampliamente mis expectativas el hecho de haber logrado atraer a un público interesado por la Historia, que quiera pasar un sábado a la noche compartiendo un espacio para hablar y reírse un poquito de la Historia argentina y mundial. Es algo que vivo plenamente y que no deja de ser una exageración de lo que durante muchos años hice en mis propias clases.