Se publicaron las primeras imágenes de los restos del Titanic en 3D y en tamaño real, mediante un escaneo que podrá ayudar a los científicos determinar con mayor precisión las condiciones del más famoso de los naufragios, ocurrido en 1912, y donde murieron 1500 personas que viajan en el transatlántico.

El transatlántico, que está a 3.800 metros de profundidad en el fondo del Atlántico, fue escaneado en el verano de 2022 por Magellan Ltd, una empresa de mapeo marino profundo, y Atlantic Productions, que además está produciendo un documental sobre el proyecto.

El registro produjo una visualización en 3D de toda la embarcación, permitiendo verla como si toda el agua hubiera sido drenada. Se espera que las imágenes arrojen nueva luz sobre qué le ocurrió exactamente al buque transatlántico, donde murieron más de 1.500 personas cuando chocó contra un iceberg en su viaje inaugural desde Inglaterra a Estados Unidos.

El lujoso transatlántico yace en dos partes, con la proa y popa separadas por unos 800 metros. Una gran área de escombros rodea el barco. El escaneo está compuesto de 700.000 imágenes captadas por sumergibles. 

La popa quedó enterrada en el lecho marino.

"Realmente no entendemos la naturaleza del choque contra el iceberg. Ni siquiera sabemos si le pegó de lado en el estribor, como lo muestran en todas las películas. Pudo haberse encallado en el iceberg", explicó Gerhard Seiffert de Magellan, que dirigió los planes para la expedición. 

La proa del Titanic. Una impactante imagen en 3D.

El Titanic fue descubierto en 1985 por Robert Ballard, un oceanógrafo de la Universidad de Rhode Island, Estados Undiso. Desde entonces, fue ampliamente explorado, pero es tan grande que en la penumbra de las profundidades, las cámaras solo habían podido captar fotos limitadas del barco en descomposición, nunca de toda su extensión. El actual escaneo congela el naufragio en el tiempo y permite a los expertos escrutar detenidamente cada ínfimo detalle.

Imagen de una de las calderas del Titanic.

"Todavía hay mucho que aprender” de los restos del barco, que son "el último testigo ocular superviviente de la catástrofe", afirmó Seiffert.  Y añadió: "Aún tiene historias que contar".

A 111 años, el transatlántico está siendo devorado por el mar.

El mar le está pasando factura a los restos del Titanic, los microbios los están carcomiendo y algunas partes se están desintegrando. Los historiadores tienen bien presente que el tiempo se está acabando para entender completamente este desastre marítimo. Pero el trabajo ya empezó.

Seguí leyendo: