La escuela como blanco fácil de la violencia urbana se tornó un problema serio en los últimos días, y ayer motivó el pronunciamiento del gremio docente, en abierto reclamo de intervención estatal. Lo precede una semana de clases suspendidas en dos escuelas de zona norte por amenazas directas a alguno de sus estudiantes, y en otra de barrio Belgrano, objetivo de amenazas anónimas y luego disparos contra el edificio, aunque no en horario escolar. En consecuencia, ayer hubo por lo menos tres establecimientos escolares con las clases suspendidas por este clima de inseguridad; y en escuelas cercanas donde sí hubo actividad normal, asistieron muy pocos alumnos y alumnas. Sus docentes atribuyeron las ausencias al temor instalado en la comunidad educativa.
"La solución debe ser integral, no solo con más agentes y más patrullajes, sino también con políticas públicas que garanticen la iluminación de calle, la transitabilidad, el trabajo, la vivienda, mejores condiciones de vida para la comunidad educativa, no solo los trabajadores, también la de los estudiantes que puedan asistir a clases sin temor. La escuela debe ser un territorio de paz", planteó ayer Rodrigo Alonso, secretario general de Amsafé.
Territorio de paz. Con esa consigna, precisamente, es que Amsafé provincial convoca para hoy a las 14, en la plaza de Córdoba y Alsina, a un festival abierto de música y mateada que se denomina "Escuelas como territorios de paz".
La serie de intimidaciones contra escuelas en Rosario sumó el jueves un episodio no del todo claro en la N° 6383 "Estanislao López", sita en Montevideo y Provincias Unidas, barrio Belgrano. Situación que llevó a sus responsables a suspender ayer el dictado de clases.
Personal del establecimiento había encontrado el lunes pasado una nota amenazante firmada por "La mafia nueva generación", pero sin destinatario cierto. Las autoridades no denunciaron la situación a la Justicia ni tampoco tomaron mayores medidas ante un hecho que consideraron vago. Pero el jueves hubo quien descubrió huellas en mampostería y rejas de lo que podrían haber sido balazos en los últimos días, acaso durante el fin de semana, cuando la escuela está cerrada.
El clima de incertidumbre se extendió a otras comunidades educativas de la zona, como las de las escuelas N° 1315 y N° 540, en La Cerámica, a la que asistían Máximo Luján (13 años) y Maite Gálvez (14), asesinados la semana anterior en un ataque indiscriminado de balas que sorprendieron sin chance a estos chicos. También en las escuelas N°1229 –barrio Belgrano Sur– y la técnica N°683 (Santa Fe y Servando Bayo). Y la N° 1254 "Tomás Espora", de Superí y Casiano Casas, donde un hombre se asomó el miércoles a la tarde por una ventana de un aula y advirtió que un alumno debía retirarse para salvar su vida. Desde entonces, ese establecimiento está cerrado.
Por su parte, la seccional Rosario de Amsafé anunció ayer una movilización a plaza San Martín para el martes a las 11, con el mismo reclamo al Ejecutivo provincial. Juan Pablo Casiello, su titular, sumó su preocupación por la conflictividad barrial que repercute en las escuelas, sobre todo en las secundarias con su alumnado adolescente como blanco.
"Desde las escuelas pidió presencia policial en la puerta y el Ministerio de Educación respondió ayer (por el jueves) que no podía garantizar eso. El temor se nota en la gente, las familias se guardan en sus casas, hay mucha inasistencia en la zona", apuntó.
Padres, alumnos y docentes señalaron en las últimas horas numerosos mensajes que circulan en grupos de whatsapp y otras redes sociales con advertencias, amenazas más o menos explícitas, y rumores que abonan un clima de temor colectivo.
"Volvemos a plantear nuestra preocupación por los graves hechos de violencia que intimidan a la sociedad. Es una exigencia al estado provincial y nacional para que haya una intervención que garantice la seguridad y la salud de la comunidad educativa, no solo los trabajadores, toda la comunidad debe tener garantías para poder asistir a los establecimientos educativos. Hay muchísimos que no están abriendo sus puertas y esto también atenta contra la vida, contra la seguridad, y atenta contra los procesos de enseñanza, por eso decimos claramente que debe buscarse una solución a esta problemática", expresó Alonso ayer en mensaje al Ejecutivo provincial.
La mesa provincial del sindicato de docentes públicos reclamó ayer al gobierno provincial y nacional que "actúen rápidamente ante estos avances de quienes pretenden instalar el terror, el miedo y el caos en nuestras comunidades e instituciones". En lo puntual, Amsafé reclama "acciones concretas que protejan la vida, la integridad y la convivencia pacífica en nuestros barrios, en nuestras escuelas".