Saltataki es una familia rodante, literalmente llevan melodías a lo largo y ancho del país y también más allá de las fronteras nacionales. La semilla del proyecto se sembró en el primer encuentro entre Nadine Hjelt y Sabino Figueroa, madre y padre y los adultos del clan: “Fue abonada con el amor a la música y fue brotando al iniciar una vida juntos", aseguran.
Junto a sus hijas Indi y Lumi, compositoras cantantes e instrumentistas, de 10 y 9 años respectivamente, se mueven en casa rodante, crean y promueven lo que denominan “música universal”. Oriundos y con base en Salta, Argentina, Abya Yala, consideran que el mundo es su jardín.
Mientras se preparan para su show de esta tarde en la villa turística de San Lorenzo, cercana a la ciudad de Salta, Sabino se abre al diálogo y describe su particular forma de vida, en constante movimiento. Antes, anticipa que el próximo encuentro será el 17 de junio y que para asistir, les interesades pueden obtener las coordenadas de un encuentro artístico y familiar, pueden conectar al grupo a través de instagram. “Cocinamos algo casero y rico para encontrarnos, intercambiar, y para pasar un inolvidable momento”, añade.
-¿Qué implica para ustedes ser literalmente una familia nómade?
-Por un lado, vivir la libertad que nos es intrínseca, libertad que de alguna manera el modo vivendi de la sociedad actual ha perdido y olvidado. Una libertad que nos es otorgada y que es patrimonio común de la especie humana, animales y plantas; un conocimiento que quede grabado a fuego en nuestros espíritus y especialmente en el de nuestras niñas. Los viajes son conocimiento, inspiración, aprendizaje continuo. En especial nuestros viajes son a la naturaleza, al encuentro cotidiano con la Pacha Mama, al mundo sonoro. Nuestros viajes son un encuentro con nosotros mismos.
-Sus hijas son muy pequeñas y ya componen e integran el grupo…
-Nuestras niñas nacieron dentro de este entorno musical, escuchando, cantando antes de hablar, jugando y creando en ensayos, grabaciones o escenarios. Así se fueron sumando al “dúo” Saltataki, poco a poco: primero cantando alguna canción, luego pintando en los conciertos y tocando algo de percusión, y con los años hoy por propia voluntad eligen tocar en este ahora “cuarteto“ como parte fundamental, siempre deseando hacer más, con mucho entusiasmo. La creatividad para ellas y cualquier niño es innata y lo demuestran en todas las actividades que realizan.
-¿Cómo opera en su cotidianeidad la combinación de la música y la educación, cuánto hay allí de lúdico?
-La música es parte fundamental en la educación, en el desarrollo cognitivo, motriz y espiritual. Lamentablemente, en nuestra amada Argentina es una asignatura olvidada y dejada a un costado en la educación formal. En nuestro caso la música es troncal para su desarrollo, para su educación. Juegan y crean cantando. Y también, como aman este lenguaje, tienen un método, para estudiar: instrumento, composición, improvisación y, claro, un horario y programa para ensayar. Lo lúdico y profesional van juntos en la música. La música es un juego de precisión que ellas conocen perfectamente. Así, la música es parte de nuestra cotidianeidad como prender un fuego, como cocinar, amasar un pan, cuidar de la huerta, cosechar una fruta, hacer un tramo en la ruta o agradecer cada luna llena a la vida por su abundancia.
“La música también es un espacio mágico donde cultivamos nuestra humana existencia. Y nuestro encuentro se eleva más allá de ser hijas, hermanas, mamá o papá. Con Saltataki somos compañeras de vida, de juego, de aventura y de creatividad”, señala Nadine, quien se suma a la conversación.
Ella y su compañero aprenden de sus “mejores maestras de la música, dos niñas que son pura espontaneidad, talento y alegría. Para las chicas es un gran desafío, construir un repertorio através de ensayos donde tocan varios instrumentos, cantan, cuentan, improvisan, llevando adelante esta tarea musical a un escenario para compartirlo con el mundo”.
Nadine y Sabino coinciden y afirman: “Nuestro objetivo es vivir día a día, conscientes, en plenitud. El alimento del alma, la alegría, el éxtasis; todo esto si existe se llama música y eso es lo que nosotros vibramos y hacemos vibrar a quienes escuchan nuestra labor artística”.
Asimismo, subrayan que el mensaje transmitido a través de su obra “es que hay diferentes formas de vivir esta existencia, que se puede vivir en armonía, simpleza, austeridad, que la música es muy diversa, que la música es lenguaje universal y poderosa manera de comunicar lo bueno. Que la mayor fuerza existente es la de la creatividad. Que la música es amor. Nuestros discos, canciones, videos y conciertos dejan a la luz esta forma diversa de vivir”.
-Han recorrido todo nuestro país y América a bordo de una casa rodante ¿qué han cosechado de estas experiencias?
-Sabino: Primero, antes de que nazcan nuestras hijas, fuimos a recorrer nuestro continente desde México hacia el sur indagando sobre el fabuloso patrimonio sonoro que nos pertenece. Hay un inmenso bagaje que desde las instituciones educativas musicales con sesgo colonialista ha sido despreciado y dejado de lado. Atravesamos todo el continente aprendiendo, encontrándonos con los mentores de nuestra música y con el infinito patrimonio que nos pertenece. Documentamos en video todo el recorrido. Llevó años de perseverancia realizar esta tarea y que hoy forma parte de la sustancia y raíz de la música de Saltataki. Luego nos vinimos a radicar a Salta, donde hacemos base, donde nacieron Indi y Lumi y desde donde realizamos nuestra segunda gran experiencia viajera, esta vez los cuatro. En una pequeña casita rodante. Este viaje nos llevó a conocer la inmensa belleza de todo el país, intercambiando con los lugares y su gente. Todo es y sigue siendo un gran aprendizaje. Viajando, creando y cantando.
-En agosto del año pasado editaron su disco “Caminando” ¿cómo fue el proceso de grabación?
-Este tiempo ha inaugurado una nueva manera de producir música, gracias a la tecnología, la música se ha equiparado a otras ramas artísticas que, desde el principio de los tiempos, han sido independientes y autosuficientes. Sin intermediarios, hoy el creador musical puede llevar adelante su producción artesanal, sin interferencias como lo hizo un poeta, un artista plástico desde siempre. Así producimos desde principio a fin nuestros trabajos discográficos y audiovisuales. Muchas canciones son fruto de la inspiración durante nuestro andar, terminando la producción de nuestro material discográfico en casa y distribuyendo nuestra música de manera independiente. Concretando todas la fases de la producción musical.
-¿Qué es lo más rico de la itinerancia y cuáles son los desafíos de esta forma de vida, si es que los hay?
-Nadine: Viajar es simplemente una manera más de vivir. Es movimiento y ese movimiento es gimnasia para el alma, mente y cuerpo. Ese andar nos muestra que el mundo es diverso, inspirador, el mundo es grande. Cada paso es una aventura, un desafío y superarlo nos empodera, nos fortalece.