Un total de 351 antigüedades griegas que van del período Neolítico hasta la época bizantina y habían sido saqueadas, serán devueltas al país, después de una pelea legal de 17 años, anunció el ministerio de Cultura de Grecia. Las piezas están en manos de un comerciante de arte británico.
Las antigüedades se encuentran divididas en 25 lotes y estaban en posesión de Robin Symes, cuya empresa, Robin Symes Limited está en proceso de liquidación.
Entre las piezas más importantes de la colección de antigüedades figuran una estatuilla de la era neolítica tallada en piedra blanca y que data del 4.000 a.C., una figura cicládica que data de entre 3.200 y 2.700 a.C., una estatua de mármol dañada de una Kore, de 550-500 años a.C., y una estatua de bronce fragmentada que representa a un joven Alejandro Magno, de la segunda mitad del siglo II.
La ministra griega de Cultura, Lina Mendoni, informó que la pelea legal para recuperar estas piezas había durado 17 años, en el marco de una política en la que Grecia lucha por recuperar sus obras de arte y antigüedades que han sido saqueadas y están dispersas en museos y colecciones privadas en todo el mundo.
En diciembre pasado, se anunció que más de un centenar de piezas del período cicládico regresarán a Grecia por un acuerdo entre el MET de Nueva York, y ese país. Aunque la restitución total será dentro de 25 años, habrá intercambios. Y 15 de esas antigüedades se podrán ver en Atenas este año.
Los frisos del Partenón, en el Museo Británico de Londres
El gran proyecto de Grecia siempre fue recuperar los frisos del Partenón, en la acrópolis de Atenas, que se encuentran exhibidos en el Museo Británico de Londres.
Tres de esos fragmentos, que estaban bajo custodia del Vaticano durante más de dos siglos, fueron devueltos a Grecia en marzo, en un gesto de amistad, según el papa Francisco.
El Partenón se levantó en honor a la diosa Atenea hace más de dos mil años. Y sigue siendo punto de debate acerca de los propietarios de los restos arqueológicos que se encuentran dispersos por el mundo.
En 2021, el expremier británico, Boris Johnson, dijo en una reunión con su colega griego, Kyriakos Mitsotakis, que no dependía del gobierno británico la devolución de los frisos exhibidos en el Museo Británico de Londres, sino de esa institución.
Lo cierto es que los frisos fueron llevados desde Grecia a principios del siglo XIX por Thomas Bruce, conocido como el conde de Elgin. Son 15 paneles y 17 esculturas de mármol que formaban parte de la decoración original del Partenón, construido hace unos 2.500 años y que es acaso el principal patrimonio cultural de su país.
Londres afirma que esas esculturas fueron "adquiridas legalmente" en 1802 por el diplomático británico Lord Elgin, que luego las revendió al museo. Sin embargo, Grecia sostiene que fueron objeto de "saqueo" mientras el país estaba bajo ocupación otomana.
El Museo Británico ha reiterado en diversas oportunidades que esas piezas las adquirió de manera legal y que no las devolvería. Por lo que, los reclamos siguen.
La historia de la destrucción y saqueo del Partenón
Se estima que el Partenón fue terminado en el año 430 a.C. para la adoración de Atenea. Sufrió numerosos daños a lo largo del tiempo y en particular durante los siglos XVI y XVII, cuando Grecia era gobernada por el imperio otomano.
El monumento fue afectado por la guerra entre Venecia y los otomanos, a finales del siglo XVII, recibió un cañonazo que causó una gran explosión y destruyó su techo.
A lo largo del siglo XVIII, gran parte de las piezas restantes fueron gradualmente destruidas o saqueadas.
Y a comienzos el siglo XIX Lord Elgin, quien era el embajador británico frente al imperio otomano, llevó las piezas a Reino Unido, y luego se las vendió al Museo Británico.