En su despacho de la vicegobernación en la sede local de Gobernación en Rosario sobresalen dos cuadros. Uno, con la foto de Evita. El otro, una tapa de Rosario/12. El entrevistador se detiene frente a esta última imagen. MAS IGUALES dice el título. La noticia dice: "El Senado convirtió en ley la paridad de género en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y partidos políticos de Santa Fe". Y una cita textual de la vicegobernadora en octubre de 2020, en años de pandemia: "El movimiento de mujeres es protagonista de un cambio de época que llegó para quedarse". Escribe en sus redes sociales que Cristina Fernández de Kirchner es "la pasión militante convertida en palabra reflexiva, la transmisión del conocimiento sin velos ideológicos", destaca lo que "significa como dirigenta y como conductora de un proceso electoral". Repasa la gestión del gobierno de Omar Perotti y cree que "el peronismo debe resignificarse, volver a darle contenido a sus grandes palabras". Este 2023 la encuentra en otro lugar a Alejandra Rodenas: es primera precandidata a diputada provincial por la lista que lleva a Marcos Cleri como precandidato a gobernador.
-Una de las sorpresas en el cierre de listas de las PASO fue tu incorporación como primera candidata a diputada provincial por la lista de Cleri, identificado nacionalmente con La Cámpora.
-Si tenemos que pensar en que la lista está referenciada en La Cámpora en parte sí, pero también es cierto que se intentó armar una que tuviese tanto en Santa Fe Capital como en Rosario dos mujeres que no integramos orgánicamente La Cámpora pero que nos referenciamos ideológicamente en un peronismo filo kirchnerista por decirlo de alguna manera. Por un lado Jaquelina Balangione (tercera en la lista), con una fuerte impronta ideológica en lo que fue su desempeño como titular de la Defensa Pública de Santa Fe. En mi caso particular creo que no hay sorpresas, por mi pertenencia ideológica, hay coherencia, hay una definición clara desde el momento en que yo dejé el Poder Judicial para ser parte en 2017 como diputada nacional del interbloque del Frente para la Victoria. El armado territorial construido como espacio santafesino tenía una impronta kirchnerista y yo funcioné en esos términos en todas las votaciones que hubo en el Congreso. Votaciones que generaron la resistencia al modelo neoliberal. Votaciones importantísimas como la reforma previsional. Y también una postura en ese momento central en la discusión del feminismo. En ese momento no solo suscribí la ampliación de derechos de 2003 en adelante sino que además la sostuve en mis votaciones, en mis argumentaciones y en las relaciones que se fueron forjando puertas adentro de lo que eran las comisiones. Yo formé parte de la comisión de Ciencia y Técnica, en los temas universitarios, en la defensa de la educación pública con Fernanda Raverta y Daniel Filmus, tuve un muy buen diálogo en los temas vinculados a lo que fue el debate de despenalización del aborto con todas las mujeres que ya lo venían trabajando, un tema que yo lo venía trabajando desde la universidad, era una posición que yo ya había tomado en decisiones y en fallos que lo que solventaron cuando fui jueza. Yo estuve en ese núcleo más duro de la resistencia al modelo macrista. En ese tiempo se produjo la fractura entre el Movimiento Evita y el Frente para la Victoria y yo quedé…
-Como una aliada del kirchnerismo.
-Me considero una aliada estratégica del kirchnerismo en Santa Fe, en una provincia que de alguna manera al kirchnerismo crudo y duro le costaba volver a empatizar, a profundizar los diálogos.
-A partir justamente de este perfil legislativo que trazás más de un funcionario o legislador te habrá preguntado qué hacías al lado de Omar Perotti.
-Esa pregunta no existió. Y esa interrogación yo tampoco me la hice. En 2019 hubo una voluntad de coalición que se vio reflejada en todas las provincias. Para mí lo central era la construcción colectiva del Frente de Todos y recuperar la provincia. No digo que se disolvían las diferencias porque las diferencias existen, existieron y van a existir, sino que al contrario profundizamos las coincidencias y establecimos un marco de acuerdos, un piso de acuerdos y se recuperó la provincia.
-¿Qué balances hacés de estos cuatro años que gobernaron ustedes?
-Creo que la gestión es buena. Tenemos que plantearnos algo que para mí es fundamental. Recibimos una provincia endeudada, no en los niveles de endeudamiento que se generaron a nivel nacional con el Fondo Monetario Internacional, pero recibimos una provincia con un déficit real, con políticas públicas que para mí eran centrales como las políticas de género que estaban subvaluadas, una provincia con una situación grave en materia de inseguridad. La inseguridad no hay que sacarla de la agenda política, tiene una historia, una trama que supera las cuestiones político-partidarias. Es muy irresponsable marcar el inicio de los problemas de la inseguridad, es irresponsable porque yo estaba en la Justicia, no le podemos poner una fecha a la génesis.
-Pero…
-Podemos pensar que no alcanzaron las políticas públicas que se llevaron adelante en materia de seguridad para revertir la profundidad del proceso… Y a eso sumale que se declara la pandemia. Todos los recursos fueron reorientados. Fue una gestión realmente democrática en pandemia. En mi caso particular lo puedo decir en primera persona: presidí el Comité de Crisis con lo cual el enlace que yo tenía con el Ejecutivo siendo vicegobernadora era la de coordinar los comités departamentales.
-No quiero imaginar lo que eran esas reuniones atravesadas por las urgencias.
- Y la incertidumbre. La necesidad de generar un nuevo endeudamiento acompañada por la oposición, volcar esos fondos a la heterogeneidad que implica una provincia como Santa Fe donde vos tenías centros de salud recontra hiper equipados en el sur y un centro norte desguarnecido, con escasez de ambulancias, con poca comunicabilidad y con un sistema de conectividad que no existía, cuando la “reina” de la pandemia era la conectividad virtual, no la presencial. Eso tiñó los primeros dos años y medio de la gestión.
-Pero vuelvo al tema seguridad.
- Ahí es donde yo me paro y te digo: una secuencia de ministros que no terminaron de hacer pie en la ciudad de Rosario. No pudieron remontar en todo caso por desconocimiento la trama narco criminal que se había gestado en la ciudad y tuvieron que gestionar con una policía que venía con problemas.
-¿Cómo fue el acuerdo con La Cámpora?
-Tengo un diálogo muy fluido con todos los sectores del kirchnerismo.
-En los últimos meses has escrito bastante sobre Cristina en tus redes sociales.
-Nunca dejé de escribir sobre Cristina, sobre lo que significa como dirigenta y como conductora de un proceso electoral. Para el peronismo son dos figuras muy fuertes. En los momentos clave donde ella ha tenido que ejercer el derecho a la defensa y le habla al país contando de qué se trata la figura de asociación ilícita que les querían atribuir. Un gobierno nunca se gesta para delinquir, es imposible pensar que el pre ordenamiento de un conjunto de personas antes de ejercer el poder se va a asociar para delinquir. ¡Es un oxímoron! O la administración fraudulenta cuando toda la obra pública estaba tercerizada. Yo intenté, y lo he hablado con todos los compañeros inclusive con los compañeros de La Cámpora, decodificar qué significa el disciplinamiento del Poder Judicial sobre la política. Tenemos que corrernos un poco de esta idea de que hay un solo Poder Judicial, hay una estructura judicial claramente comprometida en una actitud cancelatoria y que está jugando el rol de un partido político que expresamente hoy se comporta de forma proscriptiva respecto de algunas figuras del peronismo y específicamente de Cristina. Pero hay otro sector del Poder Judicial que trabaja para ampliar los derechos de las víctimas, fortalecer los dispositivos para que la gente acceda a una respuesta por parte del Poder Judicial. A mí siempre me interesó en todo este tiempo no solamente reivindicar el rol de Cristina en términos de lo que fue su rol como presidenta, vicepresidenta, de lo que significó la década ganada con Néstor y toda esa tradición a la que yo adscribí siempre, sino también de tratar que se entienda que ella está siendo víctima de algo muy complejo, una concepción del Poder Judicial que se asume como neutral y no lo es, porque los jueces deben ser imparciales pero deben asumir que la neutralidad es una ilusión, todos los jueces cuando toman decisiones producen efectos y producen sentido, si no nos hacemos cargo de lo que significa la palabra de un juez…
-La ideología.
-Exactamente.
-Con todo este discurso tuyo a favor de Cristina era casi lógico que terminarás en una lista de precandidatos a diputados que no es la lista “oficial” de Perotti.
- Yo tuve una muy buena charla con el gobernador en términos de que él había tomado la decisión de armar una lista con funcionarios del Ejecutivo, yo lo entendí, no soy parte del Ejecutivo, presido un cuerpo, soy la vicegobernadora, tengo una representación institucional… En algún momento habló de armar una colectora.
- Otra lista.
-Yo consideré que no estaban dadas las condiciones para generar una colectora, yo ya venía teniendo un diálogo con todos los sectores de las organizaciones nacionales, con el Evita, con La Corriente, con La Cámpora más afinado porque sus referentes nacionales fueron mis compañeros en el Congreso así que en las últimas semanas estos diálogos se fueron acrecentando. Hay una persona con la que tomé contacto que es Florencia Carignano, con quien durante la pandemia, al dirigir ella Migraciones, hicimos todos los trámites de repatriación de los santafesinos que estaban en el exterior. Tenía un muy buen diálogo con ella y en los últimos días surgió la idea de que estuviese en la lista, ellos también pensaron en abrir la lista para que no quedaran solamente referentes de La Cámpora.
-Ellos te buscaron entonces.
-Fue así, Horacio. Lo hablo con Wado de Pedro, le digo que había que pensar en un peronismo del siglo XXI, pensar que Santa Fe es una provincia heterogénea... trabajar esas diversidades, esta necesidad de que Cristina aparezca como una figura que plantea volver al pacto democrático, al diálogo, a los pisos de coincidencia, volver al programa de gobierno y a los ejes programáticos.
-Imagino que cuando hablaste con Wado por tu precandidatura él hablaba también en nombre de Cristina.
-La secuencia es así. Me llama Florencia Carignano, me dice que habían pensado en mi para encabezar una lista de diputados.
-¿Qué te generó?
-Sentí una gran satisfacción. Te voy a invocar a una gran amiga en común que es Liliana Herrero con la que venía hablando mucho sobre que el peronismo debía resignificarse, volver a darle contenido a sus grandes palabras y esto fue un poco lo que venía dialogando con Cleri, con Carignano… Y cuando le respondí a Wado que esto era un sí sin condiciones también le dije que tenía que ser el punto de partida de una nueva relación de este sector del kirchnerismo con la provincia de Santa Fe.
-Te falta hablar con Cristina.
-Bueno… Cristina habla a través de sus representantes.