Desde que Mauricio Macri asumió la presidencia, se creó un puesto de trabajo en el sector primario por cada 15 que se destruyeron en la industria, informó ayer el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda, en base a datos oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino.
El informe destaca que en los primeros 18 meses de gestión de la nueva administración, el empleo privado presentó una trayectoria errática, acumulando una pérdida de más de 45 mil puestos de trabajo registrados. Dentro del sector privado, la industria manufacturera vio relegada su planta laboral en 57.977 trabajadores, es decir un promedio de 3.221 despidos por mes (la masa laboral se redujo un 5 por ciento en relación a fines de 2015). Un comportamiento análogo se registró en otros sectores relevantes en la economía como ser la industria de la construcción, que perdió de diciembre de 2015 a mayo de 2017 un total de 11.177 obreros, es decir que se despidieron en promedio 21 trabajadores de la construcción por día (se contrajo un 3 por ciento la cantidad de trabajadores del sector). Otro sector comprometido fue el de las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, que expulsaron un total de 23.060 trabajadores en el periodo analizado, es decir a 43 trabajadores por día (la masa laboral del sector se redujo un 3 por ciento). Por su parte, entre los sectores que sumaron trabajadores se encuentran los ligados a las actividades primarias como la agricultura, ganadería, caza y silvicultura con un aumento de apenas 3.740 trabajadores y los relacionados con la intermediación financiera (1.515 trabajadores).
A nivel salarial, los ingresos de los trabajadores se vieron afectados por una insuficiente actualización de los mismos por sobre los niveles de inflación. En el sector privado, la remuneración mediana se incrementó de 12.308 pesos en noviembre de 2015 (se toma noviembre debido a que el mes de diciembre se ve influenciado por el aguinaldo) a 18.923 pesos a mayo de 2017, es decir un 53,7 por ciento. Si se toma la inflación acumulada para dicho periodo (se optó por el IPC CABA), arroja un 63,1 por ciento, es decir que los trabajadores del sector privado perdieron en promedio entre un 9 y 10 por ciento de salario en términos reales. Comparando la evolución de los salarios con la inflación desde noviembre al primer trimestre completo de 2017, se puede desagregar el salario por rama de la actividad. Para este periodo, la inflación acumulada fue de 57 por ciento, mientras que los salarios en el sector privado en general se actualizaron un 44 por ciento, es decir el crecimiento de la inflación fue 9 por ciento mayor que el crecimiento de los salarios promedios del sector privado. Entre los sectores que menores actualizaciones de sueldos y por lo tanto mayor pérdida sufrieron frente a la inflación se encuentran la agricultura, caza, ganadería y silvicultura (12,1 por ciento de pérdida real), construcción (7,5), comercio (6,1), hoteles y restaurantes (12,1), enseñanza (7,5) y los servicios sociales y de salud (9 por ciento). El sector público tuvo un incremento salarial del 47 por ciento desde noviembre 2015 a marzo 2017, arrojando una pérdida contra la inflación del 6,8 por ciento.