Carolina Cosse se define feminista, típica frenteamplista de base e independiente. La intendenta de Montevideo cruzó la orilla acompañando a la Comedia Nacional con la obra "Constante", que se presentó en el Complejo Teatral de Buenos Aires. Al final de la función hubo un homenaje a su padre, el actor y director Villanueva Cosse.
De su papá, un militante histórico del Frente Amplio (FA) que se exilió en Argentina en 1973, Cosse dice que heredó su gusto por la ciencia y el arte y el ser muy detallista. La ingeniera, exsenadora y exministra de Industria, Energía y Minería, pide que no la apuren para decidir si será precandidata a la presidencia en las elecciones de 2024. Su gestión en la intendencia de la capital uruguaya pavimenta ese camino, ya que cuenta con un 52 por ciento de aprobación, según la encuestadora Equipos. Sin embargo, José "Pepe" Mujica ya dio su respaldo a Yamandú Orsi, alcalde de Canelones.
Cosse se muestra convencida de que su coalición de centro-izquierda volverá al Poder Ejecutivo, tras un mandato de la derecha "improvisado y con un escándalo por semana", afirma en la entrevista con PáginaI12, realizada en la redacción del diario. "En mi deseo está cambiar la realidad, para eso estoy en la política. La decisión de ser precandidata es muy importante. Hay una gran cantidad de sectores y agrupaciones dentro del Frente Amplio que me convocan. Me tomaré el tiempo, ahora estoy conversando con compañeras y compañeros".
-En Uruguay gobierna una alianza de derecha liderada por Luis Lacalle Pou desde el 2020. Ustedes como oposición intentaron frenar la Ley de Urgente Consideración (LUC) mediante un plebiscito, que no prosperó. ¿Considera que esa ley es parte de un retroceso en derechos más general?
-Sí, Uruguay tiene un retroceso en varios aspectos. El principal es que el gobierno no tiene un rumbo estratégico y me parece que es lo primero que un país necesita. Cualquier ciudadano tiene que saber los dos o tres principios básicos de para dónde va el país. Se desmantelaron algunos pilares de nuestra esencia. Nosotros logramos acceso universal a la salud y de calidad; logramos una matriz de telecomunicaciones de primer nivel mundial; cambiamos la matriz eléctrica a fuente renovable prácticamente en su totalidad e invertimos en educación. En la medida que las empresas públicas no han invertido y mantuvieron un rumbo de piloto automático las cosas se fueron deconstruyendo.
-Hoy Uruguay está viviendo una crisis con el agua. ¿Es consecuencia de la sequía?
- Es consecuencia de la improvisación. El cambio climático nos ha afectado muchísimo pero ha habido inversiones por debajo de los promedios anteriores. En el periodo pasado la empresa de agua OSE tenía una inversión promedio anual de 90 millones de dólares y ahora está en 70 millones de dólares, o sea, es un golpe importante. Esto es lo que va a enfrentar en Uruguay el próximo gobierno, que a mi juicio tiene que ser del Frente Amplio porque el país no puede soportar otros cinco años del sálvese quien pueda.
-El presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, habló de reconquistar el alma de la coalición. ¿Coincide?
-Sí, todos los días. El Frente está haciendo las cosa bien, sabe escuchar a la gente y está trabajando en el programa para el próximo gobierno. El FA es mucho más que una coalición de partidos, es un movimiento, donde las bases tienen poder de decisión. Yo antes que nada me siento frenteamplista.
-Se aprobó la reforma jubilatoria, resistida por la oposición y los sindicatos. Si vuelven al Ejecutivo, ¿intentarán cambiarla?
-Sí. Hay que tener un diálogo profundo con toda la ciudadanía y plantear una reforma integral en serio que sea una reforma de la seguridad social y no solo del sistema previsional, que tenga en cuenta el futuro del trabajo, las acciones sobre la educación.
-El caso Astesiano, el excustodio del presidente Lacalle Pou que está hoy detenido, destapó una trama de corrupción y espionaje ilegal a senadores frenteamplistas que impactó en el oficialismo.
-Alejandro Astesiano era el jefe de la custodia presidencial y lo que sucedió es de no creer. En la torre ejecutiva, la sede de la presidencia, funcionó una oficina de expedición de pasaportes falsos. Es una barbaridad por semana. Me da vergüenza. Si me preguntas qué pasó hace dos semanas tengo que hacer un esfuerzo porque la realidad supera todo: le entregaron un pasaporte a un narcotraficante que estaba preso en Dubai por no tener pasaporte, es absurdo (N. de la R: Sebastián Marset). Me duele mucho porque Uruguay tiene un prestigio que no se logró con técnicas de marketing, sino en función al respeto del derecho internacional, seriedad, vocación por la transparencia, apego al estado de derecho. Hay que retomar ese camino.
-¿Cómo evalúa la política exterior de este gobierno?
-Absolutamente neutra. La neutralidad para mí no es una buena palabra. Uruguay no ha avanzado en ningún aspecto sustantivo de su política exterior. Y no ha aportado en nada a una profundización del Mercosur. Al Mercosur lo vamos a tener que hacer andar porque es nuestro barrio. Y para cambiar algo hay que quererlo.
-El presidente Lacalle Pou plantea tratados de libre comercio por encima de las cláusulas del Mercosur y cuestiona al bloque...
-A mi no me parece mal cuestionar, pero de modo constructivo. Hay asimetrías innegables, yo fui ministra de Industria y las sufrí. Hay que hablar con franqueza y pragmatismo, Brasil y Argentina tienen que tener otras reglas con los países más pequeños. Uruguay no es una amenaza comercial para ninguno de los dos países.
-En una apuesta por la integración, ¿coincide con la propuesta que relanza Lula da Silva de tener una moneda sudamericana?
-Lula trajo de vuelta la cordura a la región. En Montevideo recibimos a Lula y lo homenajeamos, fue hermoso. Volvió la cordura, se lo dije. La cuestión de la moneda es algo muy técnico y no estoy todavía en condiciones de opinar, hay que analizarlo muy bien.
-Hemos visto en Brasil el asalto a los tres poderes, vemos el crecimiento de la ultraderecha en Argentina en un año electoral, ustedes en Uruguay tienen en la coalición de derecha a Cabildo Abierto. ¿Cómo ve este avance de la extrema derecha en la región?
-La ultraderecha avanza abrazada del populismo. Todo lo que promueva el odio y el miedo le hace mal a la democracia. Es lícito y sano que haya sectores disconformes, pero el tema es cómo se conducen. Se puede conducir dejando a las personas en el nivel de odio y de miedo o conversando. La ultraderecha no apuesta al crecimiento del ser humano, apuesta a lo peor: odio, intolerancia, que roza el autoritarismo. Si no queres pensar, si lo que primero te sale es una reacción de intolerancia, sos carne de cañón para que te den órdenes. Los pueblos tienen que apostar a discutir, preguntar, reclamar y escuchar.
-En Argentina hubo un hecho grave que fue el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández. ¿Qué le provocó?
-Me parece gravísimo. Frente a la violencia y a la intolerancia, las mujeres tendremos que participar más en la política. Habrá que hacer más política, abrirle la puerta a los jóvenes, estudiantes y trabajadores. Más política, más participación, ese es el camino.
-El economista surcoreano Ha-Joo Chang señaló que la propuesta de Javier Milei de dolarizar la economía argentina sería una locura porque convertiría al país en una colonia de EEUU. ¿Está de acuerdo?
-Si lo dijo Ha-Joo Chang, está bien. Lo conozco, lo he leído. Cuando era presidenta de Antel organizamos unas charlas sobre industria y lo conocí. "¿Qué fue del buen samaritano?", "Retirar la escalera", tengo casi todos sus libros. Es importante promover la convivencia en los pueblos para resistir el embate de eslóganes sin contenido de la ultraderecha. Nos pasó en Uruguay con la LUC: nos decían que no nos iba a cambiar la vida. Ahora mismo la coalición de gobierno dice que ya pasaron seis meses y que no pasó nada, pero justamente esa ley afecta elementos de la construcción democrática que se van a ver a largo plazo.
-¿Por ejemplo?
-La educación. Aflojar la obligatoriedad de la educación es grave porque entonces bajas varios grados la obligación del Estado para asegurarla de manera gratuita.
-¿Se menoscaba el derecho a la protesta?
-También. Porque se trató de confundir a la población con la violencia en la protesta. El derecho a la protesta hace que se consiga cualquier logro, como fue la jornada laboral de ocho horas y el voto femenino. La protesta es el motor de la democracia. A veces la derecha y la ultraderecha llevan a pensar que esto no nos va a afectar en lo inmediato, pero va a cambiar para mis hijos y para mis nietos. En el largo plazo, este gobierno planteó una reforma educativa que le da la espalda a los docentes, que son los protagonistas de la educación pública. Por otro lado, el Frente Amplio cuando estuvo en el gobierno actuó en temas sustantivos en el corto plazo. Por ejemplo, el salario acompañó el crecimiento de la economía.
-Los uruguayos del litoral cruzan a comprar en Argentina. Además de que les conviene por el tipo de cambio, da cuenta de cómo está el salario en su país. ¿Uruguay es caro también para ustedes?
-Sí, Uruguay es caro. Se ha perdido salario real. El único organismo que hizo un convenio para ajustar el salario con la inflación es la intendencia de Montevideo.
-El 27 de junio se cumplen 50 años del Golpe de Estado. ¿Qué actividades harán desde la intendencia?
- El 27 de junio es también el aniversario de la huelga general que se decretó en el momento del Golpe. Son 50 años del comienzo de una época oscura pero también nos recuerda dónde estaba la clase trabajadora. Vamos a inaugurar un memorial de la presas políticas (N. de la redacción: fueron 1850) frente al Congreso, a las 15.30 horas. El jurado que eligió el proyecto estuvo compuesto por mujeres y la idea debía ser de una mujer. Las expresas políticas querían un monumento que la gente pudiera vivir, no solo observar, que contenga todas los nombres, y que dejara un lugar en blanco por si se les olvidaba alguna.