Las seis líneas de subte y el Premetro cumplen este martes con un paro escalonado, en el marco de una nueva medida de fuerza anunciada por la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP-Metrodelegadxs) que reclama mejoras en las condiciones laborales y salariales.
La Línea H inició la medida de fuerza de AGTS-Metrodelegadxs y no prestó servicios entre las 5.30 y las 9. El paro continuó más tarde en la Línea B, de 9 a 12 y con la Línea C, de 12 a 15.
Según el cronograma de protestas dispuesto por el gremio, de 15 a 18 para la Línea E y el Premetro. Desde las 18 y hasta las 21 para la Línea A. Y la última es la Línea D, que paraliza su servicio de 21 a 24.
Paro de subtes: qué reclaman los trabajadores
El sindicato explicó que el paro se produce frente a la "negativa" de la empresa concesionaria Emova, la firma estatal Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) y la Subsecretaría de Trabajo porteña de reabrir la mesa paritaria para "discutir condiciones laborales y salariales".
Según denuncian, la paritaria del sector venció en febrero, y desde entonces exigen su reapertura. "Emova responde a los reclamos mintiendo a los usuarios al afirmar que el subte es un lugar seguro. Mientras a los trabajadores les descuenta ilegalmente días trabajados y aplica sanciones ilegítimas e ilegales con el objetivo de acallar el reclamo", plantearon en un comunicado.
Los metrodelegados llevan a cabo desde hace semanas una serie “medidas de autodefensa” en el marco de un plan de lucha en el que exigen la reducción de la jornada laboral a 30 horas semanales, “para tener dos francos y disminuir nuestra exposición al material cancerígeno asbesto".
El pasado lunes 15 de mayo las protestas, que hasta ese entonces alternaban entre dos de las seis líneas, afectaron a la totalidad de la red, al igual que este martes.
¿Qué es el asbesto?
El amianto o asbesto es la combinación de un grupo de minerales que no tiene olor. Sus fibras se esparcen por el aire y provocan cáncer a quienes están en contacto con este material, cuyo uso está prohibido por el Ministerio de Salud de la Nación desde 2003.
Pasajeros y trabajadores del subte se vieron directamente afectados por este material desde 2011, cuándo Mauricio Macri, por aquel entonces jefe de Gobierno porteño, compró 24 unidades usadas al metro de España, que contienen asbesto.
A precio de ese momento, cada unidad costó unos 550 mil dólares. Aunque esos vagones ya no circulan, delegados gremiales estiman que el 37% de la flota de los subtes de Buenos Aires todavía contiene asbesto y se siguen usando en las líneas C y B.
Desde AGTSyP manifiestan que existe un fallo de la justicia porteña que ordena a la empresa y al Gobierno de la Ciudad retirar el material cancerígeno del subte pero que por el momento no se llevó a cabo ningún cambio de flotas