Al menos diez personas murieron y otras nueve resultaron heridas tras un ataque con armas largas contra un grupo de pilotos aficionados de rally en el estado de Baja Califronia, en la frontera entre México y Estados Unidos.
La masacre se produjo ayer por la tarde cuando se realizaba la quinta edición del denominado "Cachanillazo", un evento de carreras todoterreno con vehículos tipo razer, en la zona de San Vicente, de la ciudad de Ensenada.
Los automovilistas estaban estacionados en una estación de servicio al costado de una autopista y fueron atacados por un grupo de hombres que descendió de una camioneta y abrió fuego.
La agresión "dejó un saldo de nueve heridos y 10 personas fallecidas", señaló en un comunicado el gobierno municipal de Ensenada, duramente golpeado por el narcotráfico. Videos publicados en redes sociales mostraban los cuerpos de algunas víctimas al lado de los vehículos.
La Fiscalía de Baja California anunció en un comunicado la conformación de un "grupo especial de investigación" para identificar a los asesinos y determinar los móviles de la matanza, informó AFP.
Algunos heridos recibieron atención de emergencia de paramédicos de la Cruz Roja local, que posteriormente los trasladaron a hospitales en el centro urbano de Ensenada, municipio de unos 440.000 habitantes.
Según trascendió, uno de los fines de esta balacera tenía como objetivo a Alonso Arámbula Piña, conocido como "el Trébol" y líder narco en Rosarito, quien fue acribillado en este ataque mientras estaba arriba de su vehículo.
Baja California es uno de los estados donde se cometen más homicidios dolosos en México, la mayoría atribuidos por el Gobierno a guerras entre bandas del crimen organizado. Entre enero y abril pasado se registraron 721 asesinatos en el estado, de acuerdo con datos oficiales.
Esa y otras cinco entidades territoriales concentran 47,3% del total de homicidios registrados en el país en igual período (9.912 casos).
México está envuelto en una espiral de violencia que deja casi 400.000 muertos y decenas de miles de desaparecidos desde 2006, cuando el Gobierno desplegó una polémica ofensiva antidrogas con apoyo de Estados Unidos y participación de las Fuerzas Armadas.